La aleya preguntada, Sura Al-‘Arāf, [7:42], fue en mención del suceso de la recomendación del Profeta Moisés (a.s.) a su hermano Aarón (a.s.) cuando se dirigía a la cita con Dios y se separaba de su comunidad, puesto que la elección de un califa y un sucesor es para los días de separación y los días de ausencia. Por lo tanto el Profeta Moisés (a.s.) cuando quiso ir a la cita para obtener la revelación y recibir los mandatos religiosos de la Tora y para hablar con Dios, eligió al honorable Aarón (a.s.) –que era también profeta– como su sucesor entre la gente de su comunidad y le recomendó “...pon orden y no sigas la senda de los corruptores”.[1]
Es digno de mencionar que Aarón (a.s.) fue también un Profeta de Dios e inmaculado de pecado y de corromper, y sin duda el Profeta Moisés (a.s.) mejor que cualquier otro conocía el rango de su hermano. Entonces evidentemente el propósito de las palabras de este honorable no fue la prohibición de Aarón (a.s.) de la incredulidad y rebelión, sino que su propósito fue que no diese importancia a las opiniones de los corruptos en la administración de los asuntos de la gente, y su gente no debía seguir a los corruptos mientras el Profeta Moisés (a.s.) estuviese ausente.[2] Con esta explicación se evidencia el propósito de:
"وَ أَصْلِحْ وَ لا تَتَّبِعْ سَبِيلَ الْمُفْسِدِينَ" –“pon orden y no sigas la senda de los corruptores”, es atender los asuntos de la gente, y el que Aarón no siguiese ni realizase el deseo, sendero y método que coincide con la opinión de los corruptos y lo propuesto por ellos.
De esta aleya se clasifica que ese día entre la tribu de Bani Israel habían personas corruptas que se encontraban al acecho constante para neutralizar los esfuerzos y sabotear los propósitos de estos dos honorables a través de sus planes siniestros. Por ello el Profeta Moisés (a.s.) recomendó a Aarón (a.s.) que tuviese cuidado de no aceptar el sendero, el método y las propuestas de ellos, y en conclusión se viese víctima del engaño y la trampa de los corruptos, luego la unión de la comunidad producto de tolerancia, molestias y sufrimientos, pudiese cambiase a diferencias y dicotomía.[3]
[1]– Habían convenido que Moisés (a.s.) quedara 30 días (un mes completo) en ese lugar, luego fueron incrementados 10 días que en total 40 días duró su ausencia. Por ello determinó a un sucesor de sí mismo: “Nosotros tuvimos un encuentro con Moisés durante treinta noches, que completamos con otras diez. Siendo, por tanto, de cuarenta noches la cita con su Señor…”. Al-‘Arāf, [7:142].
[2]– Al-Mizân fi Tafsîr Al-Qurân, t.8, p.236.
[3]– Ídem.