En efecto, la creación de la nada es bajo este mismo significado, ya que la nada no fue algo para que Dios creara algo de ella, y en las narraciones se menciona este mismo asunto que el poder absoluto de Dios que tiene unión con los demás atributos Divinos se encuentra fuera del poder de nuestro conocimiento, y puesto que Él creó a las criaturas de la nada en realidad estas criaturas son el espejo y el reflejo del Poder Absoluto de Dios.
En las narraciones se indicó el término “reflejo”[1] como “incidencia de un atributo”:
“Dios desde la eternidad ha sido nuestro Creador y en Él existía la sabiduría en esencia mientras que no existía ningún objeto conocido. Existía en Él la audición en esencia mientras que no existía nada audible. Existía en Él la visión en esencia mientras que no existía nada para ver. Existía el poder de Su esencia mientras que no existía ninguna posibilidad. Y cuando creó los objetos y esos objetos se manifestaron, la sabiduría de Dios se manifestó en lo visible, lo audible en la audición, la visión en lo visible, y el poder dentro de la posibilidad de algo”.[2]
Es decir Dios, es absoluto y en Su esencia no existe ninguna diversidad entre Sus atributos, y a través de Su esencia es imposible que lo conozcamos pero después de haber creado a las criaturas de la nada, los signos de estas criaturas de Él se vuelven reflejo de Él o manifestación de Él, para que Dios sea conocido a través de sus signos. Al igual que se ha narrado en el hadîz inspirado (transmisión Divina directamente revelada al Profeta s.a.w.) de parte de Dios Sublime:
«كنت كنزاً مخفياً فاحببت أن أعرف فخلقت الخلق لكي أعرف»
“Fui un tesoro oculto, Deseé que me conocieran, entonces Creé a la creación para que Me conozcan”.[3]
Esta pregunta no tiene respuesta detallada.
[1]– Reflejo es ese mismo significado de manifestación en la terminología gnóstica.
[2]– Kulaînî, Al-Kâfî, t.1, p.107.
«عَنْ أَبِي بَصِيرٍ قَالَ سَمِعْتُ أَبَا عَبْدِ اللَّهِ ع يَقُولُ لَمْ يَزَلِ اللَّهُ عَزَّ وَ جَلَّ رَبَّنَا وَ الْعِلْمُ ذَاتُهُ وَ لَا مَعْلُومَ وَ السَّمْعُ ذَاتُهُ وَ لَا مَسْمُوعَ وَ الْبَصَرُ ذَاتُهُ وَ لَا مُبْصَرَ وَ الْقُدْرَةُ ذَاتُهُ وَ لَا مَقْدُورَ فَلَمَّا أَحْدَثَ الْأَشْيَاءَ وَ كَانَ الْمَعْلُومُ وَقَعَ الْعِلْمُ مِنْهُ عَلَى الْمَعْلُومِ وَ السَّمْعُ عَلَى الْمَسْمُوعِ وَ الْبَصَرُ عَلَى الْمُبْصَرِ وَ الْقُدْرَةُ عَلَى الْمَقْدُورِ»،
[3]– Qâdî Nûrul.lah Shûshtarî, Ihqâq Al-Haq, t.1, p.431.