Desde el punto de vista del Islam, el hombre tiene la autoridad del divorcio.[1] Por lo tanto la mujer no puede darse el divorcio o considerarse como divorciada, y el que el hombre le niegue el apoyo financiero no otorga a la mujer la autoridad de poder divorciarse. En conclusión este período no puede ser considerado como período de retiro (‘ida). Claro está la mujer puede recurrir al magistrado religioso[2] y exponer su problema –la suspensión del apoyo financiero por parte del hombre, abandono de la familia y otros–, y además de solicitar el apoyo financiero, pedir el divorcio, para que el magistrado religioso además de obligar al cónyuge a pagar el apoyo financiero, en caso necesario realizar el divorcio legal de por ausencia.
De cualquier manera si el hombre ha dejado de dar el apoyo financiero sin tener un pretexto legal, el magistrado religioso puede dar el divorcio a la mujer y el tiempo de retiro también comienza después de haberse realizado el divorcio.
Afortunadamente hoy día con la existencia de las vías de comunicación tales como el teléfono, correo electrónico, y otras, las mujeres musulmanas, en cualquier lugar del mundo que se encuentren pueden proceder para resolver sus problemas.
Respuesta de la oficina del gran Ayatul.lah Makârim Shîrâzî:
En caso de que el hombre sin pretexto legal deje de dar el apoyo financiero, el magistrado religioso puede dar legalmente el divorcio a la mujer. El período de retiro inicia después de haberse realizado el divorcio.
Respuesta de la oficina del gran Ayatul.lah Fâdil Lankarânî (que descanse en paz):
No, deberá recurrir al juzgad. El período de retiro inicia desde el momento en que se realiza el divorcio.
Respuesta de la oficina del gran Ayatul.lah Bahÿat (que descanse en paz):
No, no puede. Deberá pedir el divorcio al esposo, que en caso de que quiera se lo dará.