Los primeros filósofos de la antigua Grecia en la búsqueda del origen de todas las cosas y del autor de la creación llegaron a un significado de nombre “dios”. El “dios” de los filósofos de la Edad Media es diferente con el “dios” de los filósofos anteriores. La diferencia del “dios” de los filósofos cristianos con el “dios” de los griegos y romanos se encuentra en su creatividad. Para conocer la opinión de los diversos filósofos respecto a Dios en la respuesta detallada de esta pregunta se presenta una análisis muy resumido de sus opiniones.
Los primeros filósofos de la antigua Grecia en la búsqueda del origen de todas las cosas y del autor de la creación llegaron a un significado de nombre “dios”. Ellos consideraban a los cuatro fenómenos como origen del mundo. Como ejemplo: “Tales de Mileto consideraba al agua como el origen de todas las cosas. Demócrito juzgaba que era el fuego y otros filósofos el viento o la tierra”.[1] “Un debate detallado respecto a los dioses entre los griegos puede encontrarse en las obras de Homero y Hesíodo. Si deseamos limitarnos al libro de la Ilíada de Homero, observamos que el vocablo “dios” en ésta fue utilizado aparentemente para diversas y extrañas criaturas. En el pensamiento griego la imaginación de la divinidad se produjo de la imaginación de la naturaleza y del origen necesario de algo que la dominase. El propósito de estas criaturas extrañas eran fuerzas divinas a través de las cuales los hombres griegos organizaban sus actos y pensamientos”.[2] Seguramente su dios no podía ser Dios Único que hoy día conocemos. Básicamente “se han dado diversas y numerosas opiniones respecto al significado y a la existencia de Dios en las escuelas filosóficas, religiones y períodos históricos, pero ninguna de ellas tuvo ni tiene un entendimiento fijo e inalterable en el significado y sentido de dios”.[3] Aquí presentamos una parte resumida de la historia del entendimiento de la filosofía occidental respecto a Dios, y al mismo tiempo se contestan diferentes partes de la pregunta en cuestión.
El dios de la cultura griega en la era presocrática (griegos antiguos) tiene dos formas completamente separadas con otras imágenes respecto a Dios, que corresponden a: vida y antropomorfismo.[4] El papel que juega el dios a Platón (creador, idea de bondad) es ordenar los elementos existentes, pero perturbado en el mundo, y la imagen completa de su belleza es el beneficio de las bellezas de las ideas.[5] El dios de Aristóteles (Movedor Inamovible) es la causa final del Universo, pero no su causa agente y es posible que sean más de uno.[6] El escolasticismo (Edad Media) obtuvo su visión respeto a Dios de dos fuentes: la Escritura Sagrada y la filosofía Griega.[7] Los teólogos y Padres Apostólicos interpretaron la frase “Yo soy: YO-SOY”[8], como Dios existe y es origen de todo. Entonces creador del Universo, del ser humano y al mismo tiempo único. Claro está el Dios Creador deberá ser también poder absoluto y sabio absoluto. Desde la perspectiva de la lógica el dios con poder absoluto deberá ser infinito, auto-existente, eterno, indivisible y el más perfecto de todo. La explicación detallada del pensamiento filosófico respecto a la teología cristiana utilizando la terminología griega llegó a su auge en las obras de dos teólogos sobrealimentes, Agustín y Tomás D’Aquino.[9]
El dios de Agustín, es el dios de la Escritura Sagrada en forma del pensamiento platónico (creencia de Dios “Único” como el primer origen).[10] Según la creencia platónica, Único (primera persona) creó al Intelecto Supremo (segunda persona), y el Intelecto Supremo es el creador del Alma Universal (tercera persona).[11] El dios de D’Aquinas es el dios de la Escritura Sagrada en forma de la filosofía aristotélica.[12] D’Aquinas “al mismo tiempo que sigue el método de la filosofía aristotélica avanza aún más; puesto que el significado de “el autor” desde su punto de vista es ese mismo creador y señorío. Mientras que el “Movedor Inamovible” de Aristóteles es sólo la causa final, sin tener nada que ver con la creación, la administración del Universo ni de los seres humanos”.[13] En realidad la diferencia del dios de los filósofos cristianos con los dioses de los griegos y romanos es en su creatividad.[14] Esta diferencia tiene raíz en esta realidad que “el cristianismo no es una filosofía sino que es básicamente una enseñanza religiosa para salvar al ser humano por medio de Jesús, pero la filosofía griega es un método para explicar el Universo”.[15]
Este asunto es la parte que separa al pensamiento griego y al pensamiento cristiano. Después de la filosofía del escolasticismo y con la llegada de Descartes inició una nueva era en la historia de la metafísica y la teología. “Dios en la filosofía de Descartes no tiene un rango de existencia sino que tiene un rango gnoseológico”.[16] En el sistema filosófico de Descartes, dios está relacionado con el pensamiento del ser humano, tanto desde la perspectiva de ser origen del pensamiento del ser humano para la comprobación de Dios, así como en la filosofía de Descartares se habla de dios desde el punto de vista gnoseológico, y no desde el punto de vista ontológico”.[17] “El propósito de Descartes del vocablo “dios” es una sustancia infinita (eterna), inmutable, auto existente, sabia absoluta, poder absoluto, que me creó a mí mismo y creó todo aquello que existe”.[18] La influencia contraria de la duda metódica de Descartes que iba a comprobar la existencia de Dios en forma racional, pero al final se convirtió en una nueva ola de escepticismo, “el surgimiento de Hume en Inglaterra, y de Kant en Alemania el siglo XVIII, así como la publicación de sus obras importantes provocó debilidad en la metafísica. Así también en el siglo XIX, por el surgimiento de la teoría científica tales como la teoría del perfeccionamiento de Darwin y la propagación del mecanismo de Newton tomaron forma los campos principales de la opinión atea. En la teoría de la perfección, dios, en especial el dios deísta (concepto de un dios ausente que en un pasado muy lejano puso en marcha el Universo y después lo abandonó) es puesto en duda en forma muy seria. El pensamiento mecánico también describe todo en forma mecánica”.[19] De cualquier manera “aunque el creador de Platón, el Movedor Inamovible de Aristóteles, la primera persona platónica, el dios bondadoso de la Iglesia (Padre de los Cielos), la sustancia sin límites y el creador de Descartes, la naturaleza del naturalismo de Espinoza, los obsequios de las leyes morales de Kant, el alma o la idea absoluta de Hegel indican esa verdad única que nosotros llamamos “Dios”, pero de ninguna manera tienen un mismo significado. El punto que debe considerarse es que los negadores y los que dudan de la existencia de Dios tampoco tienen un entendimiento fijo ni similar.[20]
[1]– Hasan Zâdih Sâlih, El proceso y la evolución del significado de Dios desde Descartes hasta Nietzsche, p.29.
[2]– Ídem, pp.29-30.
[3]– Ídem, pp.14-15.
[4]– Ídem, p.30.
[5]– Ídem, p.32.
[6]– Ídem, p.33.
[7]– Ídem, p.35.
[8]– Antiguo Testamento, Éxodo, 3,14.
[9]– El proceso y la evolución del significado de Dios…, p.35.
[10]– Ídem, p. 38.
[11]– Ídem, p.40-
[12]– Ídem, p.43.
[13]– Ídem, p.48.
[14]– Ídem, p.48.
[15]– Ídem, p.43.
[16]– Ídem, p.84.
[17]– Ídem, p.87.
[18]– Ídem, p.85.
[19]– Ídem, p.16.
[20]– Ídem, p.15.