A lo largo de la cadena del sistema de la existencia, al mismo tiempo que existen todas las verdades existenciales, pero ocupan diversos rangos y niveles, que estos rangos tienen tanto similitudes como diferencias en la existencia. El nivel más elevado en esta cadena, pertenece a Dios, que es Existencia Pura, y no existe ningún límite para Su identidad. Por ello Su esencia pura no da acceso a ningún compuesto, y las demás existencias son efectos llamados signos, símbolos, sombras y creaciones de esa Esencia Sagrada. Y puesto que son existencias limitadas y débiles, existe en éstas la falta de perfección, siendo esto lo que las hace ser compuestas. Pero por la pureza y existencia infinita de la Existencia Necesaria, carece de cualquier socio. Las existencias posibles dependen de la existencia de Dios y son los efectos y la misma relación de la presencia sagrada de Él, al igual que la sombra depende del indicador. En conclusión, la Existencia Necesaria no es un compuesto y Es pura, y la existencia posible es un compuesto y es limitada, por consiguiente una existencia limitada y compuesta no tiene la capacidad para estar junto a la Existencia Necesaria. Sino que depende de ésta, es una muestra y un rango de Ésta. La pureza de Dios es por la eternidad de Su existencia, y el compuesto de las existencias posibles es por la limitación de la existencia.
Los seguidores de la sabiduría trascendente que sostienen la unión del paso gradual de la existencia, en un principio dividieron en dos grupos la multiplicidad de lo existente en el mundo y sostienen que una de estas multiplicidades son las multiplicidades divergentes y la otra son las multiplicidades que vuelven a la unión. El asunto existente en este caso, es el asunto del número. Así como en el número, existen dos formas de multiplicidad: una multiplicidad por parte de la numerosidad, tal y como diez libros y diez lápices; y la otra es la multiplicidad por parte del número que vuelve a la unión, tal y como: la multiplicidad que se encuentra en el diez, veinte, treinta, cuarenta y otros. Puesto que el factor común y el factor distinguible de estos números se encuentran en la verdad de estos números y fuera de éstos no existe dentro de los números divisibles, como para que su multiplicidad no regrese a la unión y al origen del número. En la existencia hay también dos multiplicidades. Una la multiplicidad objetiva por parte de la esencia, por ello carece de unión. Tal y como la multiplicidad que existe en el mundo existente con el cielo existente. Hay otra multiplicidad que es por parte de la propia existencia y vuelve a la unión. Tal y como la multiplicidad que existe en la causalidad y efectividad, en la creatividad y eternidad, y en la inmaterialidad y materialidad.
Desde el punto de vista de la sabiduría trascendental, tal y como el número es número es una cantidad discontinua y es divisible, y desde la perspectiva que se muestra en niveles especiales, es limitado o ilimitado, par o impar. Lo existente desde el punto de vista que es existente tiene otra descripción, tal y como simplicidad, autenticidad y concomitancia con la objetividad Pero desde la perspectiva que su manifestación se encuentra en la multiplicidad, posee otras descripciones tales como causalidad y efectividad, y creatividad y eternidad.[1]
Ahora a lo largo de la cadena de la existencia que se describe en la sabiduría trascendente, al mismo tiempo que existen todas las verdades existenciales, pero ocupan diversos rangos y niveles, que estos rangos existenciales tienen tanto similitudes en la existencia así como preferencias y diferencias en la existencia, tales como fuerza y debilidad en el rango de la luz. Por ello en esta cadena el nivel más elevado pertenece a Dios que es Existencia Pura, que la existencia que es pura porque su existencia no es limitada, no existe en Él ningún innato natural ni límite de existencia. Pero las demás creaciones, puesto que son efecto de Dios tienen dependencia y relación pura ante la divinidad de Dios Sublime, tal y como la sombra depende del indicador, así como la irradiación del Sol tiene una relación existencial con el Sol. O al igual que figuras mentales del ser humano con relación a su alma, que todas éstas dependen completamente y están relacionadas totalmente con la identidad del alama, pero en caso de que el alma llame su atención un segundo no quedará ningún efecto de éstas. Ahora ¿puede suponerse que estas figuras puedan acompañar al alma y ser un obstáculo para contonearse, o pueden suponerse a los rayos del Sol como una existencia en contra del Sol, rayos que deben su identidad al cuerpo del Sol? Y puesto que la existencia de Dios es sólo pureza y no tiene compuestos, posee todas las realidades de la existencia como existencia completa, y al mismo tiempo ninguno de los objetos son interpretados respecto a Él como una predicación común, no carece de ninguna perfección y las demás perfecciones son una partícula de esa Verdad de la cual se derivan, y emanan de Él bajo el nombre de “gracia”. En efecto la Existencia Necesaria puesto que no tiene compuestos y es pura, es imposible para Él un segundo (un socio), puesto que en caso de que sea necesario para Él un socio cada uno tendría perfecciones especiales de sí mismo, y carecería de las perfecciones especiales del otro. Por consiguiente cada uno estaría compuesto de tener y no-tener, que esta forma de compuesto (compuesto de tener y carecer, y dicho de otra manera existencia e inexistencia) es la peor forma de compuestos.[2]
En conclusión la existencia posible por la limitación existencial carece de poder para encontrarse al mismo nivel de la existencia de Dios, puesto que la pureza y la eternidad de la existencia de Dios Sublime, lo hizo puro de cualquier socio. Sino que la existencia posible a lo largo de la existencia de Dios Sublime y como uno de sus efectos, y explicado de manera más evidente, es Sus manifestaciones y Sus signos. Y es claro que puesto que la existencia posible es limitada, todas las debilidades, limitaciones tales como lo compuesto, tener naturaleza, cambios y permutas (en parte de las contingencias) y parecidos a éstos, todos se derivan de las perspectivas de inexistencia y carecer, y esta es la propiedad del efecto, que al mismo tiempo que tiene relación existencial con la Causa, no posee todas las perfecciones de la Causa, y la Causa, además de la perfección del efecto, posee también otras perfecciones. Por ello la Existencia Necesaria no es compuesta y es pura, y la existencia posible es compuesta y limitada. Según la explicación del Imam Jomeiní (descanse en paz) la existencia (Dios) es bondad, honor, valor, luz, y la inexistencia es maldad, bajeza, oscuridad y desagrado; y mientras la existencia sea más perfecta su bondad y honor son más perfectas al grado de llegar a una existencia en la cual no existe ninguna inexistencia y a una perfección que no tiene ningún defecto, y a todas las bondades y honores de la iluminación y manifestación y modos y aspectos, y no existe ninguna bondad ni perfección verdadera, a menos que a Él, a través de Él y en Él, y se relacionan con Él por Su supremacía y las bondades de los demás niveles.[3]