En base a las aleyas coránicas, narraciones y documentos históricos, la Ka’bah y la Meca son símbolos de las bendiciones Divinas y de la guía de la humanidad, y han sido consideradas lugar de unión para el servicio y la adoración a Dios. Dios Sublime expuso Su generosidad en el sustento al otorgar innumerables beneficios terrenales en este lugar que antes fue un lugar seco e infértil, y demostrando esta verdad que ese es un lugar para alcanzar el rango Divino, Dios mostró cómo llegar al sendero de la servitud para guiar a los seres del mundo. Al igual que al establecer una serie de actos legales en un período especial, Dios enseña a los seres humanos la calidad de un proceso de adoración, en el que los hombres deberán emigrar de sus propios deseos concupiscentes, purificándose a sí mismos de cualquier contaminación, pertenencia, color y forma que no sea Divina, y con sinceridad, acogimiento y arrepentimiento especial, se le otorga permiso para llegar al grado de poder acercarse a Dios. Además de esto Su Casa es muestra del rango y el sitial de Abraham (a.s.), considerando al Haram (recinto Sagrado) como seguro y el Hayy (peregrinación) de los adinerados que cada uno de estos es signo de la grandeza del rango de Dios Sublime. En verdad, qué signo más expresivo de estos asuntos que cada año miles de personas se reúnen en ese lugar y al realizar los ritos y los actos muestran su adoración ante Dios Sublime. Que esto mismo despierta a otra gente produciendo un cambio en ella.
Dios ordenó la construcción de esta Casa para que fuese considerada como qiblah (dirección) para la oración, y la gente Lo recuerde al sacrificar a los corderos y al afrontar a los muertos (hacia esa dirección). Además de esto hace que todas las almas aparentemente dispersas se concentren hacia una dirección para que desarrollen el espíritu propio del monoteísmo y de la unicidad, y a través de éste mantengan Su religión viva y firme.
Entonces el propósito de la construcción de un lugar honorado como éste no es otro más que establecer un símbolo y una muestra de los asuntos espirituales e inmateriales.
En base a las aleyas coránicas, narraciones y documentos históricos, la Ka’bah y la Meca son símbolos de las bendiciones Divinas y de la guía de la humanidad[1], y han sido consideradas lugar de unión[2] para el servicio y la adoración a Dios. Dios Sublime expuso Su generosidad en el sustento[3] al otorgar innumerables beneficios terrenales en este lugar que antes fue un lugar seco e infértil, y demostrando esta verdad que ese es un lugar para alcanzar el rango Divino, Dios mostró cómo llegar al sendero de la servitud para guiar a los seres del mundo. Al igual que al establecer una serie de actos legales en un período especial, Dios enseña a los seres humanos la calidad de un proceso de adoración, en el que los hombres deberán emigrar de sus propios deseos concupiscentes, purificándose a sí mismos de cualquier contaminación, pertenencia, color y forma que no sea Divina, y con sinceridad, acogimiento y arrepentimiento especial, se le otorga permiso para llegar al grado de poder acercarse a Dios[4]. Además de esto Su Casa es muestra del rango y el sitial de Abraham (a.s.), considerando al Haram (recinto Sagrado) como seguro y el Hayy (peregrinación) de los adinerados que cada uno de estos es signo de la grandeza del rango de Dios Sublime. En verdad, qué signo más expresivo de estos asuntos que cada año miles de personas se reúnen en ese lugar y al realizar los ritos y los actos muestran su adoración ante Dios Sublime. Que esto mismo despierta a otra gente produciendo un cambio en ella. [5]
Dios ordenó la construcción de esta Casa para que fuese considerada como qiblah (dirección) para la oración y otros, y la gente Lo recuerde al sacrificar a los corderos y al afrontar a los muertos (hacia esa dirección). Además de esto hace que todas las almas aparentemente dispersas se concentren hacia una dirección para que desarrollen el espíritu propio del monoteísmo y de la unicidad, y a través de éste mantengan Su religión viva y firme. [6]
Entonces el propósito de la construcción de un lugar honorado como éste no es otro más que establecer un símbolo y una muestra de los asuntos espirituales e inmateriales.
El Generoso Corán indica el propósito de esta construcción y de sus antecedentes, ahí donde dice: «En verdad, la primera Casa establecida para la humanidad como bendición y guía es, sin duda, la de Bakka (la Meca)».[7]
A continuación indicamos algunos propósitos y beneficios de la construcción de la Ka’bah:
1. Creación de un centro del poder islámico
En algunas narraciones del Imâm As-Sâdiq (a.s.) dice: “Sin duda Dios Purificado creó a los seres humanos y les ordenó que obedecieran los mandatos religiosos, y les reguló lo conveniente del mundo para ellos. Con este propósito estableció la casa de la Ka’bah como el centro de reunión y poder de los musulmanes, para que se concentren en ese lugar desde todas las partes del mundo”.[8]
En otra narración de este mismo Imâm (a.s.) dice: “Si las tribus se limitan sólo a su región y a lo que existe en ella, y se restringen a lo que tienen, no prospera su región, desaparece el comercio y ese país se ve afectado por un daño cultural”.[9]
2. Creación de un centro digno de respecto
Una de las necesidades de tener una escuela mundial es crear una barricada, una base sólida y digna de respeto. Por ello Dios Sublime estableció este lugar mundial a través de Sus Profetas y deseó que cada día incrementara su respecto.
El Generoso Corán mientras indica el maravilloso asunto de que el Profeta Abraham (a.s.) elige un lugar para que su descendencia habite, glorifica y respecta esta Casa: «¡Señor nuestro! En verdad, he asentado a parte de mi descendencia en un valle desierto, junto a Tu Casa Sagrada».[10]
El Imâm ‘Alî (a.s.) también indicó la importancia y el respeto de la casa de la Ka’bah y en el sermón 192, dice: “¿Acaso no veis que Dios Sublime ha probado a la gente del mundo desde Adán hasta hoy día por medio de piedras (para probar si se humillan o no ante ellas y las obedecen), las estableció como Su Casa Sagrado y después ordenó a Adán y a sus hijos que circunvalaran a su alrededor”.[11]
3. Proveer seguridad
En base a las aleyas del Generoso Corán, la Ka’bah es un lugar seguro y de reunión para la gente.[12]
Durante la historia por más que los enemigos se esforzaron en destruir y humillar este lugar, Dios hizo infructuosos sus esfuerzos. El conocido suceso de la Gente del Elefante y de la destrucción de Abraha (rey del Yemen) y de la destrucción y huída de los elefantes, son signos del poderoso Deseo de Dios Purificado.
4. Celebración de la ceremonia del Haÿÿ
El Generoso Corán indica esta ceremonia esplendorosa y grandiosa que por sí tiene innumerables beneficios educacionales, económicos, morales, políticos y otros, ahí donde con la palabra “beneficios” en forma directa menciona sus numerosos favores: « para atestiguar los beneficios que para ellos hay y para recordar el nombre de Dios en los días sabidos».[13]
5. Otros beneficios y propósitos, que no explicamos aquí y sólo nos limitamos a mencionarlos en forma sucinta:
A) Creación de un centro de comercio y desarrollo económico para los musulmanes.
B) Lugar adecuado para el desarrollo cultural e intercambio de opiniones.
C) Construcción y establecimiento de la mejor barricada para enfrentar la incredulidad y el politeísmo.
D) Establecimiento de un lugar adecuado para hacer temer a los enemigos del Islam y mostrar hastío hacia los déspotas.
E) Establecimiento de un lugar adecuado para solidificar a la comunidad musulmana, a su guía y a su líder.
[1]– Sagrado Corán 3:96.
[2]– Sagrado Corán 2:125.
[3]– Sagrado Corán 14:37.
[4]– Tabâtabâî Saîîed Muhammad Husâîn, Exegesis Al-Mizân, t.1, p.298.
[5]– Ídem, t.3, p.354.
[6]– Ídem, t.6, p.142.
[7]– Sagrdo Corán 3:96.
[8]– Wasâ’il Ash-Shî’ah, t.11, p.14.
[9]– Ídem, p.15.
[10]– Sagrado Corán 14:37.
[11]– Nahÿul Balâgah, sermón 192.
[12]– Sagrado Corán 2:125.
[13]– Sagrado Corán 22:28.