Los exegetas expusieron tres alternativas respecto al propósito de Dios en la orden de matar en esta aleya: (1) Esta orden es una orden de prueba, y a través del arrepentimiento de ellos esta orden fue abolida de ellos. (2) El propósito de matar en esta aleya, es terminar con los deseos concupiscentes y las tentaciones diabólicas. (3) La intención de matar en esta aleya es matar en forma verdadera. Es decir matarse unos a otros. La filosofía de esta orden es posible que sean todos o uno de los siguientes asuntos: (a) Purificar a las Tribus de Israel de la incredulidad y del politeísmo. (b) Prevenir la repetición de este tipo de pecado capital. (c) La importancia del asunto de la desviación del fundamento del Monoteísmo y la inclinación hacia la adoración de ídolos. De cualquier manera, soportar los castigos más fuertes, tendrá valor por obtener la salvación del Infierno.
Dios dice: “Y [recordad] cuando Moisés dijo a su pueblo: ¡Oh pueblo mío! En verdad, os habéis oprimido a vosotros mismos eligiendo el becerro (para adorar). Volveos, pues, arrepentidos a vuestro Creador y mataos a vosotros mismos. Eso es mejor para vosotros ante vuestro Creador y quizás así os perdone. En verdad, Él es el Perdonador, el Misericordiosísimo con los creyentes”.[1]
Los exegetas expusieron tres alternativas respecto al propósito de Dios en la orden de matar en esta aleya:
1. Esta orden de matar en esta aleya fue una orden de prueba, tal y como la orden del Profeta Abraham (a.s.) de matar a Ismael, que antes de matar a Ismael le fue ordenado: “¡Ciertamente, haz cumplido con lo verificado en tu visión!»”.[2] En la historia del Profeta Moisés (a.s.) Dios dijo también: “…arrepentidos a vuestro Creador y mataos a vosotros mismos. Eso es mejor para vosotros ante vuestro Creador…”. Pero antes de que esta orden de Dios Sublime se realizase en forma completa, Dios consideró la muerte de varios como la muerte de todos, aceptando el arrepentimiento de ellos.[3]
2. El propósito de matar en esta aleya, es terminar con los deseos concupiscentes y las tentaciones diabólicas, y el significado de esta aleya es: “Terminen con los deseos concupiscentes y las tentaciones diabólicas dentro de vosotros mismos, y con pureza total confiesen la Unidad Divina”.[4]
3. La intención de matar en esta aleya es matar en forma verdadera, es decir mátense y destrúyanse unos a otros.[5] Ya que esta aniquilación es mejor para vosotros que vivir en este mundo.
Aquellos que dijeron que el propósito de Dios Sublime fue matarse en verdad, mencionaron diversas filosofías para esta orden de Dios que nosotros indicamos sólo algunas de éstas:
A) Esta matanza causaba la purificar a las Tribus de Israel de la incredulidad y del politeísmo, y provocaba que llegaran a la vida perpetua y al Paraíso eterno.[6]
B) Matar a un ser humano aunque es un acto malo y prohibido pero en ocasiones desde la perspectiva de algunos beneficios se vuelve beneficioso y obligatorio, y un tipo de beneficio religioso y social cambia su nombre. Respecto a las Tribus de Israel también el matarlos tenía el beneficio de evitar la repetición de este gran pecado y es bueno, y estar preparados para su realización fue considerado también un acto aceptado.[7]
C) La adoración del becerro de Sâmirî no fue un acto insignificante, una comunidad que después de ser testigo de todas esas señales de Dios y milagros de su gran Profeta Moisés (a.s.) olvida todo y por una corta ausencia de su Profeta olvida por completo el fundamento principal, el Monoteísmo, y pisotea la religión de Dios convirtiéndose en idólatras. Este asunto debía terminar para siempre de lo contrario provocaría una situación peligrosa, y después de cualquier oportunidad en especial después de la muerte de Moisés (a.s.) era posible que destruyeran todas las señales de su invitación, encontrándose en completo peligro el destino de su religión. Aquí debía utilizarse un intenso castigo y nunca limitarse a un arrepentimiento y contrición de palabra, para ello fue dictada una orden muy difícil por parte de Dios que en todo lo largo de la historia de los Profetas no existe algo similar a esto, y esto es que al mismo tiempo de la orden de arrepentimiento y de regreso al Monoteísmo fue dada la orden de muerte colectiva a un gran grupo de los pecadores en forma especial (a través de sí mismos).
La intensidad y el elevado nivel de este castigo fue por esta razón que los asuntos de desviación del fundamento del Monoteísmo y la inclinación hacia la adoración de ídolos no era un asunto sencillo que pudiese ser perdonado fácilmente, eso también después de haber observado todos esos milagros evidentes y grandes bendiciones de Dios. En realidad todos los fundamentos de las religiones celestiales pueden resumirse en el Monoteísmo y la adoración de un solo Dios. La debilidad de este fundamento equivale a la terminación de todos los fundamentos de la religión. Si el asunto de la adoración del becerro hubiese sido considerado insignificante, posiblemente se hubiese hecho una costumbre para los venideros, en especial el que los integrantes de las Tribus de Israel, según lo que registra la historia atestigua, eran personas obstinadas que buscaban constantemente pretextos. Por ello debían ser castigados en esta forma para que su recuerdo quedara para todos los siglos y las épocas y nunca nadie después de ellos pensara en la idolatría. Tal vez la frase:
"ذلِكُمْ خَيْرٌ لَكُمْ عِنْدَ بارِئِكُمْ".
“Eso (la matanza) es mejor para vosotros ante vuestro Creador” indica este significado.[8]
Para finalizar es necesario mencionar este punto que los más fuertes castigos en este mundo no son comparables con los más mínimos castigos de la otra Vida, y en base a esto si una persona puede, aguantando un castigo aunque sea difícil, salvarse a sí mismo de las dificultades que merece el día de la Resurrección, realizó una transacción muy beneficiosa. Nosotros sostenemos que los castigos Divinos en este mundo serán la expiación de los pecados de personas que realmente se arrepintieron de todo corazón.
Ponga atención a esta narración:
Llevaron a un grupo de ladrones ante el Imam Alî (a.s.). El dictaminó que les cortaran los dedos y después los llevó a estos ladrones a un lugar adecuado y ordenó que los curaran. Después de ello atendió a los castigados con alimentos deliciosos tales como carne y miel, les dijo: “¡Oh, pecadores! En estos momentos vuestras manos han entrado al Infierno. Claro está si se arrepienten, y Dios sabe si en vuestro arrepentimiento sois veraces, salvará vuestras manos del Fuego y las llevará con vosotros al Paraíso. De lo contrario estas manos cortadas son las que os jalarán al Infierno”.[9]
Con respecto a los matados de la Tribu de Israel también existe una de estas dos posibilidades:
1. O se arrepintieron, en este caso entrarán en el Paraíso eterno que es valioso soportar cualquier dificultad en el sendero para llegar a éste.
2. O quedaron con su falsa creencia, que el castigo de la muerte también es insignificante considerando los milagros y signos de los que fueron testigos.
[1]– Al-Baqara [2:54].
"وَ إِذْ قَالَ مُوسىَ لِقَوْمِهِ يَاقَوْمِ إِنَّكُمْ ظَلَمْتُمْ أَنفُسَكُم بِاتخَِّاذِكُمُ الْعِجْلَ فَتُوبُواْ إِلىَ بَارِئكُمْ فَاقْتُلُواْ أَنفُسَكُمْ ذَالِكُمْ خَيرٌْ لَّكُمْ عِندَ بَارِئكُمْ فَتَابَ عَلَيْكُمْ إِنَّهُ هُوَ التَّوَّابُ الرَّحِيم".
[2]– Aş-Şāfāt [37:105].
"يا إِبْراهِيمُ قَدْ صَدَّقْتَ الرُّؤْيا".
[3]– Musâwî Hâmidânî Seyed Muhammad Bâqir, Exegesis Al-Mizân (traducción), t.1, p. 288, con algunos cambios.
[4]– Kâshânî Maula Fatul.lah, Tafsîr Minhaÿ Al-Sâdiqîn fi Ilzâm Al-Mujâlifîn, t.1, p.192.
[5]– Ídem.
[6]– Ídem.
[7]– Mayma’ Al-Baîîan fi Tafsîr Al-Qurân, (traducción), t.1, p.179, investigación de Ridâ Sutûdeh.
[8]– Makârim Shîrâzî Nâsir, Exegesis Nemunah, t.1, p.256.
[9]– Kulainî Muhammad Ibn Ya’qub, Kâfî, t.7, p.266, h.31.