En la religión del Islam el iÿtihâd (esfuerzo para deducir las normas islámicas) es un asunto importante y con antecedentes. Desde el punto de vista shi’ítas el iÿtihâd desde la época de los Inmaculados Imames (a.s.) hasta hoy día prevaleció entre sus compañeros cercanos, sufriendo muchos cambios y grandes avances.
El gran Mensajero (s.a.w.) enviaba a las regiones próximas a algunos de los compañeros cercanos tales como Musa’b Ibn ‘Umaîr y Mu’âdh Ibn Ÿabal para difundir y enseñar los mandatos religiosos.
Este honorable dijo: “Eviten dar fetuas (dictámenes) cuando carecen del conocimiento, que trae como resultado la maldición de los ángeles”. Este asunto muestra que en la época del Profeta (s.a.w.) existía la fetua (dictamen legal) por parte de un muftí (jurisconsulto islámico) y alfaquí, así como el imitar de la gente, y recurrir a un alfaquí después del fallecimiento de este honorable continuó también, al igual que en el pasado, hasta que incrementó en la época del Imâm Bâqir (a.s.) y del Imâm As-Sâdiq (a.s.). Innumerables alfaquíes fueron educados y entrenados en la Escuela de estos dos generosos, que entre ellos se encontraban: Abû Basîr, Ÿunus Ibn ‘Abdu Al-Rahmân y Abân Ibn Taglib.
Durante el periodo de los Inmaculados Imanes (a.s.) como consecuencia de que estos infalibles estaban al alcance, y por la escases de los asuntos necesarios, la gente preguntaba a el Imâm sus asuntos y problemas, y en realidad antes de que un muÿtahid hubiese llegado al rango del iÿtihâd, todos imitaban al Inmaculado Imâm (a.s.), pero en esos mismos tiempos los Inmaculados (a.s.) permitieron el iÿtihâd y la fetua a algunos de los hombres eruditos.
La Shî’ah aceptó el iÿtihâd bajo el significado de deducción de las normas islámicas de los textos claros, de lo explícito del Libro y de la tradición, y este tipo de iÿtihâd era común desde la época de los Inmaculados (a.s.) entre sus compañeros cercanos (sahâbah).
El gran Mensajero (s.a.w.) enviaba a las regiones próximas a algunos de los compañeros cercanos para difundir y enseñar los mandatos religiosos. Musa’b Ibn ‘Umaîr y Mu’âdh Ibn Ÿabal fueron ejemplos evidentes de entre ellos. Este honorable dijo: “Eviten dar fetuas cuando carecen del conocimiento, que trae como resultado la maldición de los ángeles”.[1] Este asunto muestra que en la época del Profeta (s.a.w.) existía la fetua por parte de un muftí (jurisconsulto islámico) y alfaquí, así como el imitar y seguir de la gente, y recurrir a un alfaquí después del fallecimiento de este honorable continuó también, al igual que en el pasado, hasta que incrementó en la época del Imâm Bâqir (a.s.) y del Imâm As-Sâdiq (a.s.). Innumerables alfaquíes fueron educados y entrenados en la Escuela de estos dos generosos,[2] y con el propósito de revivir y enseñar los mandatos religiosos emigraron a diversas ciudades, y mucha gente que vivía en lugares lejanos y se encontraba lejos de los Inmaculados Imanes (a.s.) se vio cautivada y sedienta del conocimiento y de los mandatos Divinos, entonces recurrieron a ellos para preguntar sus asuntos de la religión, y a través de estos intermediarios se saciaban de la sabiduría infinita de los Inmaculados Imames (a.s.). Esta es esa misma “imitación” que a continuación mencionamos algunos ejemplos de ésta:
1. El Imâm Bâqir (a.s.) dijo a Abân Ibn Taglib: “¡Oh, Abân! Siéntate en la Mezquita de Medina y da fetuas respecto a los asuntos canónicos. Me gusta que personas como tú existan entre mis shi’ítas”.[3]
Ma’âdh Ibn Muslim, compañero cercano del Imâm Ÿa’far As-Sâdiq (a.s.) sin contar con el permiso del Imâm (a.s.) daba fetuas en la Mezquita Ÿâma’ (mezquita principal) y cuando el Imâm (a.s.) se enteró lo estimulo y confirmo.[4]
3. Shu’aîb ‘Aqraqûqî relata haber dicho al Imâm Ÿa’far As-Sâdiq (a.s.): “En ocasiones quiero preguntar a alguien respecto a nuestros problemas religiosos (pero usted no se encuentra a nuestro alcance ya sea por la distancia o por la disimulación…) indíquenos ¿a quién debemos recurrir y de quién aceptar sus palabras?” El Imâm (a.s.) en respuesta dijo: “’Alaîkom bil Asadî es decir Abâ Badîr”; o sea, ustedes pueden recurrir a Abû Badîr”.[5]
4. Hasan Ibn ‘Alî Ibn Iaqtîn dijo haber preguntado al Imam Ridâ (a.s.): “No puedo preguntarle cada problema religioso que se me presenta entonces ¿acaso Ÿunus Ibn ‘Abu Al-Rahmân es veraz, y puedo obtener de él respuesta a mis preguntas religiosas?“ El Imâm respondió: “¡Sí!”[6]
5. El Imâm Mahdî (a.ÿ.) en su honorable y conocida carta a Ishâq Ibn Îaqub como una regla general escribió lo siguiente:
“En los sucesos que ocurren recurrid a nuestros transmisores de hadices (los juristas) que ellos son mi prueba para vosotros, y yo soy la prueba de Dios para ellos”.[7]
En base a esta carta y demás narraciones, el asunto de recurrir a un jurista durante la ocultación mayor, tomó otra forma y aparecieron dos senderos el del “iÿtihâd (deducción de las normas islámicas)” y el del “taqlîd (imitación)” idiomático, y los juristas y expertos que cuentan con todas las condiciones asumieron la responsabilidad del dictamen y la contestación, llenando en la sociedad el vacío del problema de no poder recurrir personalmente ante el Inmaculado Imam (a.s.). Ese asunto hasta hoy día ha continuado y también continuará así, y al igual que el Shaîj Tûsî dijo: “Yo encontré que los shi’ítas imâmitas (duodecimanos) desde la época del Imâm ‘Alî (a.s.) hasta hoy día (siglo XV de la hégira, aprox.900 años atrás) constantemente recurrían a sus alfaquíes y realizaba consultas jurídicas respecto a los mandatos y al culto. Sus sabios les respondían y enseñaban también el camino para actuar según el dictamen”.[8]–[9]
Por lo tanto el iÿtihâd extenso que en la actualidad es común en las Universidades de Teología shi’ítas cuenta con un antecedente muy antiguo desde la época de los Inmaculados Imames (a.s.). Antes de elloel asunto era preguntado directamente al Inmaculado Imam (a.s.) y el Imâm (a.s.) en el nivel de poder explicar los asuntos legales religiosos como un líder consideraba como su responsabilidad explicar los fundamentos y las reglas generales, y al responder las preguntas de los compañeros cercanos les enseñaban como extraer los mandatos secundarios de los fundamentos generales.[10] Entonces el primer muÿtahid antes de llegar al iÿtihâd imitaba a los Inmaculados Imames (a.s.). En las siguientes épocas un grupo de estudiados y capaces, utilizando las palabras y narraciones de los Inmaculados Imames (a.s.) contestaba las preguntas legales de la gente. Esta fue la primera forma de iÿtihâd que gradualmente avanzó y en el segundo nivel, después de la época de la ocultación, los eruditos utilizando innumerables narraciones y empleando los fundamentos y las reglas que habían aprendido del Imâm percibían el dictamen legal, puesto que todos los asuntos necesarios habían sido reflejados en las narraciones. En los siguientes niveles, con el avance de la ciencia y expansión de las necesidades aparecieron asuntos que no habían sido nombrados en las narraciones, y los muÿtahidîn los deducían de las generalidades, de la aceptación absoluta de las aleyas y narraciones. Con el paso del tiempo esta perfección incrementó gradualmente, y el iÿtihâd día a día se expandió más y volvió más difícil. Hoy día el campo del iÿtihâd se ha propagado grandemente.
Para más información pueden recurrir a la serie de cátedras de teología islámica del Prof. Mahdî Hâdavî Tehrânî.[11]
[1]– Wasâ’il Al-Shi’ah, t.27, cap.4 y 7.
[2]– Los historiadores escriben que el Imâm Ÿa’far As-Sâdiq (a.s.) tuvo cuatro mil estudiantes que habían emigrado de las diversas ciudades hacia la Escuela de este generoso. Recurrir a: Asad Haîdar, Al-Imâm As-Sâdiq (a.s.) wa Al-Madhâhib Al-Arba’ah, t.1, p.69.
[3]– Mustadrak Wasâ’il, t.17 cap.11. –“اجلس فی مسجد المدینة و افت الناس فانی احب ان اری فی شیعتی مثلک”.
[4]– Wasâ’il Al-Shi’ah, t.27, p.148.
[5]– Wasâ’il Al-Shi’ah, t.27, cap.11, p.142. –“ربما احتجنا ان نسأل عن الشی فمن نسأل”.
[6]– Ídem.
“لا اکاد اصل الیک اسألک عن کل ما احتاج الیه من معالم دینی. افیونس بن عبد الرحمان ثقة آخذ منه ما احتاج الیه من معالم دینی فقال نعم.”
[7]– Ídem. ”... و اما الحوادث الواقعة فارجعوا فیها الی رواة حدیثنا فانهم حجتی علیکم و انا حجة الله علیهم”.
[8]– Recurrir a: Tûsî, Al-‘Idah fi Usûl Al-Fiqh, p.731.
[9]– Preguntas y respuestas de los universitarios, pp.42 a 44.
[10]– Por ejemplo, recurrir a: Tûsî, Al-Istibsâr, t.1, pp.77-78.
[11]– Filosofía de la Ciencia de los principios de la Jurisprudencia, primer libro: Ciencia de los principios de la jurisprudencia islámica desde el inicio hasta hoy día, pp.22 a 38.