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La superioridad de la Escuela Shî’ah se debe a la “veracidad” de ésta. La religión verdadera en cualquier época es exclusivamente una religión y las demás religiones existentes o básicamente son falsas y sin fundamentos, o se han extinguido y han sido anuladas. Hoy día la religión Divina verdadera, es la religión del Islam. El Islam puro y verdadero se ha manifestado en la Escuela Shî’ah, y sólo las enseñanzas shi’ítas son las que pueden expresar el Islam puro de Muhammad (s.a.w.).
Testigos históricos y textos religiosos confirman el punto mencionado, mientras que en el Wahabismo no existen estas especialidades.
La superioridad de la Escuela Shî’ah en comparación con las demás Escuelas, es por la “veracidad” de ésta, y la religión verdadera en cualquier época es exclusivamente una religión. Dios Sublime en cada época tiene una ley Divina y cualquier religión fuera de ésta es básicamente falsa e infundada, o anulada y extinguida.
La numerosidad de las religiones Divinas y las doctrinas Celestiales que hasta hoy día fueron reveladas para la humanidad han sido en forma longitudinal y no transversal, bajo este significado que la nueva religión anula y complementa a la anterior y al surgir la nueva religión, la fecha de caducidad de la religión anterior termina y pierde su oficialidad, otorgando su lugar a la nueva religión. Entonces para todos se vuelve necesario seguir la nueva religión y tener fe en ella. En los Textos Sagrados y textos claros religiosos, aquellos que no convierten su fe en la nueva religión, son recordados como “incrédulo”.
El Islam es la última y más completa religión que fue enviada para la humanidad y Dios no aceptará otra religión fuera del Islam. «Ciertamente, la Religión, para Dios, es el Islam…».[1] « Si alguien desea una religión diferente del Islam, no se le aceptará».[2]
Por desgracia los musulmanes también, al igual que las tribus y poseedores de las religiones anteriores, se esparcieron de diversas formas en las diversas escuelas, y definitivamente todos ellos no se encontrarán en la el sendero verdadero. El noble Profeta del Islam (s.a.w.) dijo. “Mis seguidores, después de mi, se dividirán en 73 sectas, sólo un grupo se salvará y las otras 72 entrarán en el Infierno”. [3] La escuela verdadera y la secta salvadora entre las Escuelas Islámicas es la Escuela Shî’ah duodecimana, y la Shî’ah es ese mismo Islam verdadero y auténtico. El noble Profeta del Islam (s.a.w.) dijo: “¡Oh, gente! Dejo entre vosotros algo en depósito que si os aferráis a ello nunca os extraviareis, el Libro de Dios y mi familia (‘itrat), es decir la Gente de mi Casa”. [4]
Abû Dhar Gafârî, uno de los Compañeros Cercanos veraces y respetables del Profeta (s.a.w.) dijo: “¡Sabed! Que yo escuché decir al Mensajero de Dios que: “La Gente de mi Casa para vosotros son como el Arca de Noé para la comunidad de Noé. Aquel que se suba a ella se salvará y quien reniegue de ella se ahogará”.[5]
Las bases y los fundamentos de la Escuela Shî’ah son el Monoteísmo, la Justicia, la Profecía, el Imâmato y el día de la Resurrección. Y el shi’íta cree en el Imâmato de doce Inmaculados Imâmes (a.s.) como sucesores del Mensajero del Islam (s.a.w.) que el primero de entre ellos es ‘Alî (a.s.) y el último Mahdî (a.ÿ.).
En las narraciones que existen del Mensajero del Islam (s.a.w.) fue mencionado directamente el número e inclusive los nombres de cada uno de los Inmaculados Imâmes (a.s.). Un día ‘Abdul.lah Ibn Mas’ûd se encontraba sentado en una reunión cuando llegó un árabe del desierto y les preguntó: “¿Cuál de vosotros sois ‘Abdul.lah Ibn Mas’ûd?” Abul.lah respondió: “¡Yo!” El árabe preguntó: “¿Acaso vuestro Profeta les dijo el número de sus sucesores después de él?” —“¡Sí!, doce personas. El mismo en número de los jefes de las tribus de los Hijos de Israel”.[6]
Nuestra razón para la veracidad del shi’ísmo es el Corán y la tradición. Dios en el Corán nos ordenó seguir a Dios, el Mensajero y a los dotados de autoridad –que según lo dicho directamente por el gran Mensajero (s.a.w.) son esos mismos Imâmes shi’ítas. En numerosas aleyas coránicas se ha indicado el asunto del Imâmato y del wilâîah o tutoría. Aleyas tales como: «Advierte a los miembros más allegados de tu tribu»[7], «Sólo es vuestro amigo Dios, Su Enviado y los creyentes, que hacen la azalá, dan el azaque y se inclinan»[8], «¡Enviado! ¡Comunica la Revelación que has recibido de tu Señor, que, si no lo haces, no comunicas Su mensaje!»[9], «Hoy os he perfeccionado vuestra religión, he completado Mi gracia en vosotros y Me satisface que sea el Islam vuestra religión»[10], «¡Obedeced a Dios y a Su Enviado! Dios sólo quiere libraros de la mancha, gente de la casa, y purificaros por completo!».[11]
El Profeta (s.a.w.) también según lo dicho directamente por la historia y las narraciones siempre recordaba a ‘Alî, Amîr ul-Mu’minîn, como su sucesor, tal como Tabarî relata en su obra de historia que, cuando la aleya «Advierte a los miembros más allegados de tu tribu» fue revelada, el Profeta (s.a.w.) dijo a sus parientes: “Dios Sublime me ha ordenado que os invite hacia Él, por lo tanto cada cual de entre vosotros que me ayude en este asunto, será mi hermano y sucesor”. ‘Alî (a.s.) dijo: “¡Oh, Mensajero de Dios! Yo te ayudaré en este sendero”. El Profeta (s.a.w.) abrazó a ‘Alî (a.s.) y dijo: “En verdad él (‘Alí –a.s.-) es mi hermano y mi sucesor de entre vosotros. Escuchad lo que menciona y obedecedle”. Los parientes del Profeta (s.a.w.) mientras reían se levantaron y dijeron a Abû Tâlib (burlándose): “El te ha ordenado que obedezcas a tu hijo”.[12]
El Profeta (s.a.w.) en el último año de su vida, al regreso de la Peregrinación que se hizo famosa como la Peregrinación de la Despedida, en la región de Gadîr Jum oficialmente presentó y eligió a ‘Alî Ibn Abî Talib (a.s.) como Imâm y líder de los musulmanes, y a todos los que se encontraban presentes ordenó que realizaran el pacto de fidelidad hacia ‘Alî (a.s.) como Amîr ul-Mu’minîn (Comandante de los Creyentes). Ese día el Profeta (s.a.w.) pronunció estas famosas palabras: “Aquel de quien yo sea su señor y líder, ‘Alî será también su señor y líder”. Esta narración es una de las narraciones famosas en el Islam que cuenta con numerosas cadenas de transmisión.
Esto fue un resumen de las razones de la superioridad de la Escuela Shî’ah sobre las demás Escuelas desde la perspectiva interna de la religión y documentándonos en aleyas y narraciones. Por supuesto este asunto puede ser visto desde el exterior de la religión, y comparar las enseñanzas shi’ítas con las enseñanzas de las demás escuelas, y confesar la superioridad del shi’ísmo. Pero este debate lo posponemos para otra ocasión.
Respecto al Wahabismo es suficiente con limitarnos al escrito del Saîîed Mustafâ Radawî en la obra “Informaciones políticas y religiosas de Paquistán” que los wahabíes considera a todas las sectas islámicas, tanto shi’ítas como sunitas, como politeístas, incrédulas e idólatras. Pedir por una necesidad, visitar los templos, respetar, hacer reverencia ante la tumba del Profeta (s.a.w.) y de los Inmaculados Imâmes (a.s.) lo consideran una forma de innovación e idolatría, y un acto prohibido. Ellos al saludo, respeto y reverencia al Profeta (s.a.w.) solo lo ven permisible en la oración, y el fin de la vida terrenal del Profeta (s.a.w.) lo consideran como el fin de respetarlo y reverenciarlo. Cualquier construcción como una cúpula o un santuario sobre las tumbas de los Imâmes (a.s.) y los grandes personajes lo consideran innovación y creen que el Mensajero de Dios (s.a.w.) fue un ser humano con todas las impotencias y debilidades humanas y ha muerto, y no tiene ninguna noticia de nosotros ni del mundo actual, por ello visitar su tumba lo juzgan prohibido.[13]
El veredicto lo dejamos a disposición de su intelecto sano, y si estas enseñanzas pueden coincidir con el espíritu innato y con el Corán. Es acaso esto amor hacia Ahl Bayt que es considerado la compensación de la misión[14] y acaso el Corán no dijo: «Y no penséis que quienes han caído por Dios hayan muerto…»[15], y ¿acaso el rango del Profeta (s.a.w.) es inferior al de los mártires?
Si desean un debate más amplio nuevamente comuníquese con nosotros.
[1]– Sagrado Corán 3:19.
[2]– Sagrado Corán 3:85.
[3]– Ibn Batah, Al-Abânat Al-Kubrâ, t.1, p.3; Jisâl, p.585.
[4]– Kanzul ‘Amâl, t.1, p.44, cap. Aferrarse al Libro y a la sunnah.
[5]– Al-Mustadrak alâ Al-Sahîhîn, t.3, p.151.
[6]– Jisâl, p.467.
[7]– Sagrado Corán 26:214.
[8]– Sagrado Corán 5:55.
[9]– Sagrado Corán 5:67.
[10]– Sagrado Corán 53:3.
[11]– Sagrado Corán 33:33.
[12]– Târîj Tabarî, t.2, p.320; Kâmil Ibn Azîr, t.2, p.41.
[13]– Radawî Saîîed Mustafâ, Informaciones políticas y religiosas de Paquistán,
p.63-64.
[14]– «Yo no os pido salario a cambio, fuera de que améis a los parientes». Sagrado Corán 42:23.
[15]– Sagrado Corán 3.169.