Es cierto que mandatos tales como los de matrimoniarse, volverse íntimo o firmar un contrato con un esclavo (para su libertad) y otros que fueron mencionados en el Corán, son asuntos que comprueban la existencia de la esclavitud en la época del Profeta (s.a.w.) y al inicio del Islam. Pero debe decirse que el Islam tiene un programa muy exacto y calculado para la libertad de los esclavos, que al final todos ellos son puestos en libertad gradualmente. En la forma que el Islam enfrenta este asunto deben considerarse los siguientes puntos que:
1. El Islam nunca fue el innovador de la esclavitud.
2. El Islam vio como un asunto desagradable y dificultoso de la sociedad el destino doloroso de los esclavos en el pasado.
3. El Islam presentó un programa muy exacto y bien calculado para la libertad de los esclavos. Puesto que en ocasiones la mitad de la sociedad estaba compuesta por los esclavos que no contaban con un negocio o un trabajo independiente, ni tampoco con los medios para continuar viviendo. Si el Islam ordenaba en forma general que pusieran en libertad a todos los esclavos, o la mayoría de estos moriría o esa gran sociedad quedaría sin trabajo y hambrienta, la privación los presionaría para atacar cualquier parte, ocasionando enfrentamientos y matanzas, terminando con el orden de la sociedad. Por lo tanto el Islam estableció un programa calculado para que ellos fuesen gradualmente puestos en libertad y absorbidos por la sociedad.
Este programa consta de numerosos artículos que corresponden a:
Art. 1º. – Terminar con los orígenes de la esclavitud.
Art. 2º. – Abrir la puerta de la libertad.
Art. 3º. – Revivir la personalidad de los esclavos.
Art. 4º. – Mantener un comportamiento humano con los esclavos.
Art. 5º. – Anunciar que vender a los humanos es de los actos más detestados.
Los Inmaculados Líderes del Islam, si tenían a su servicio un esclavo o esclavos estos se encontraban dentro del molde de este mismo programa calculado y sabio del Islam, y la relación que sostenían con los esclavos fue en tal forma que en la mayoría de los casos cuando ponían en libertad a uno de ellos, él mismo rechazaba dejar la casa del Imâm (a.s.).
Además el comportamiento y la relación que sostenían los Líderes de la religión con sus esclavos fue un modelo real para los musulmanes de la forma como debían enfrentar este asunto tan importante con el propósito de terminar con la esclavitud.
Para dilucidar la respuesta es necesario que hablemos un poco respecto al asunto de la esclavitud en el Islam.
Aunque en el Generoso Corán no encontramos una orden definitiva respecto al asunto de tomar como esclavos a los presos de guerra ni de la esclavitud, pero no puede negarse que los asuntos que en el Corán fueron mencionados para los esclavos, comprueban la existencia de la esclavitud en la época del Profeta (s.a.w.) y al inicio del Islam.[1] El permiso para tomar presos de guerra y utilizarlos como esclavos, mandatos tales como los de matrimoniarse, volverse íntimo o firmar un contrato (de libertad) con un esclavo y otros, pueden encontrarse en numerosas aleyas del Corán tales como: An-Nisā’ [4], An-Naĥl [16], Al-Mu’minūn [23], An-Nūr [24], Ar-Rūm [30] y Al-Aĥzāb [33].
Aquí es donde algunos critican al Islam de ¿por qué esta religión Divina con todo ese contenido y esos elevados valores humanos que tiene, no terminó por completo con el asunto de la esclavitud, y por medio de un dictamen definitivo y general no anunció la libertad de todos los esclavos?
Es cierto que el Islam recomendó mucho respecto a los esclavos, pero lo importante es la libertad sin ninguna condición de estos, ¿por qué un ser humano es propiedad de otro humano, y pierde la libertad que es el más grande obsequio Divino?
Respuesta: En una corta frase habrá que decir que el Islam tiene un programa exacto y calculado para la libertad de los esclavos, que a través de su realización son puestos en libertad gradualmente, sin que esta libertad origine en la sociedad una reacción desagradable.
Pero antes de que expliquemos este programa exacto islámico, consideramos necesario mencionar algunos puntos como introducción:
1. El Islam nunca fue originador de la esclavitud, sino que surgió en un estado en el que la esclavitud se había expandido en todo el mundo y mezclado con todas las tramas y urdimbres de las sociedades.
2. Los esclavos durante toda la historia tuvieron un destino muy doloroso. Ponemos como ejemplo a los esclavos de los Esparta que se decía ser una tribu civilizada. Según lo dicho por el autor de la obra Ruh’ Al-Qawânîn, los esclavos de los espartanos eran tan desdichados que no sólo eran esclavos de una persona, sino que eran considerados esclavos de toda la sociedad, y cualquiera, sin temor a la ley podía molestar o torturar a su esclavo o al esclavo de otro en la medida que quisiese. En realidad la vida que llevaban estos era peor que la de los animales.
Desde el momento en que cazaban a los presos en los países atrasados hasta el momento en que eran puestos a la venta en los mercados, muchos de estos morían y los que sobrevivían eran un medio de ganancia para los ávidos tratantes de esclavos. Los pocos alimentos que les daban era para que sobreviviesen y trabajasen, y cuando llegaban a la vejez o contraían enfermedades incurables, los abandonaban y morían en forma dolorosa. Por ello el nombre de “esclavitud” durante la historia va acompañado con numerosos crímenes espantosos. El Islam como una religión que surgió para poner en libertad a los hombres y otorgar felicidad a toda la humanidad, sufrió siempre por el destino doloroso de los esclavos en el pasado como un gran problema social. Por ello nunca silenció ante este importante asunto y presentó una solución muy inteligente y exacta para terminar con esta dificultad.
3. El programa del Islam para poner en libertad a los esclavos:
Aquello que por lo general no es considerado es que se necesita de tiempo para terminar con un sistema erróneo que se ha mezclado con la textura de una sociedad y cada acto no-calculado tendrá un resultado inverso. Sucede exactamente igual que cuando un ser humano se ve afectado por una enfermedad peligrosa y su enfermedad ha avanzado por completo, o con una persona adicta que durante muchos años se acostumbró a su fea adicción, en estos casos sin duda deberán utilizarse programas calculados.
En forma más directa decimos que si el Islam hubiese dado como orden general poner en libertad a todos los esclavos existentes, había una gran posibilidad de que la mayoría muriese puesto que los esclavos componían el 50 por ciento de la sociedad, carecían de un trabajo independiente, de un lugar donde vivir, y de los medios para continuar viviendo.
Si en un día y una hora determinada todos hubiesen sido puestos en libertad, hubiese aparecido una gran sociedad sin trabajo, que tanto su vida se encontraba en peligro así como era posible que trastornara el orden del sistema de la sociedad, y cuando la privación la presionara atacaría cualquier parte, ocasionando enfrentamientos y matanzas en todo lugar.
Por ello es que debían ser puestos gradualmente en libertad, y ser absorbidos por la sociedad, sin poner en peligro sus vidas ni tampoco la seguridad de la sociedad. El Islam siguió exactamente este programa calculado.
Este programa contiene un gran número de artículos que a los principales entre éstos los enlistamos y presentamos aquí en forma sucinta:
Artículo 1º. – terminar con los orígenes de la esclavitud.
La esclavitud durante la historia tuvo numerosas causas y motivos, no sólo los presos de guerra y los insolventes que carecían de la posibilidad para cubrir su deuda eran tomados como esclavos, sino que la fuerza y el dominio eran los permisos para tomar a otros como esclavos y para la esclavitud. Pero el Islam freno todos estos asuntos, sólo dio permiso en uno solo y este fue respecto a los presos de guerra. Es evidente que en el campo de batalla y después de dominar al enemigo, o deberán matar a todos los que quedaron con vida o en su lugar deberán ser aprisionados, puesto que si los enemigos son puestos en libertad es posible que nuevamente organicen sus fuerzas e inicie un nuevo ataque. El Islam eligió la segunda solución, pero dijo que después del cautiverio cambia la escena y el prisionero, con todos los crímenes que realizó pasa a ser un depósito Divino en manos de los musulmanes, que deberán respetarse numerosos derechos en cuanto a él.[2]
El dictamen del prisionero después de terminada la guerra es uno de estos tres: (1) ponerlo en libertad sin ninguna condición; (2) ponerlo en libertad con la condición de que se pague una indemnización, y (3) hacerlo esclavo. Claro está la elección de una de estas tres depende de la opinión del líder de los musulmanes, él también considerando la situación de los presos, y las conveniencias del Islam y de los musulmanes desde la perspectiva interna y externa elige lo que sea más digno y da la orden de su realización.
Pero en las condiciones en que la opinión del Imâm y del líder de los musulmanes fuese que los presos de ese lugar no fuesen puestos en libertad, desde ese día no habría prisión que pudiese amparar a los presos de guerra hasta que su situación se aclarara. No quedaba otro camino más que dividirlos entre las familias y cuidarlos en forma de esclavos.
Es evidente que cuando una situación así cambiase no existe ninguna razón para que el Líder de los musulmanes acepte el dictamen de la esclavitud respecto a los presos, puede ponerlos en libertad a través del pago de la indemnización, ya que el Islam autorizó a los líderes de los musulmanes para ello, para que actúen según lo conveniente, y de esta forma hasta cierto punto se terminó con los orígenes de la nueva esclavitud en el Islam.
Artículo 2º – abrir la puerta de la libertad.
El Islam reguló un amplio programa para poner en libertad a los esclavos que en caso de que los musulmanes los hubiesen realizado en un tiempo no muy largo todos los esclavos hubiesen sido puestos en libertad y absorbidos por la sociedad islámica gradualmente.
Lo principal de este programa es lo siguiente:
A) Uno de los ocho usos del azaque en el Islam es la compra de esclavos y ponerlos en libertad.[3] Por ello para este asunto fue considerado un presupuesto constante e ininterrumpido de los tesoros públicos islámicos, que continuaría hasta conseguir la libertad completa de los esclavos.
B) Fueron establecidas unas leyes en el Islam en las que los esclavos según un contrato que pactaba con su dueño podía comprar su libertad a través de su trabajo (en la jurisprudencia islámica existe un capítulo respecto a este asunto bajo el título de mukâtabah o convenio).
C) Poner en libertad a los esclavos es uno de los más importantes deberes y buenos actos en el Islam, y los Líderes del Islam fueron los pioneros en estos asuntos, al grado en que cuando escribieron respecto al comportamiento de ‘Alî (a.s.) dijeron: “Puso en libertad a mil esclavos con la remuneración de su propio trabajo”.[4]
D) Los Líderes del Islam ponían en libertad a sus esclavos con el más mínimo pretexto para que sirviese de pauta para los demás, al grado que cuando un esclavo del Imâm Bâqir (a.s.) realizó un buen acto, el Imâm (a.s.) dijo: “¡Vete, estás libre! No me gusta tener bajo mi servicio a un hombre que entrará en el Paraíso”.[5]
Respecto a la conducta del Imâm Saÿÿâd (a.s.) dijo: “Su sirviente vertía agua sobre la cabeza de este honorable, el recipiente resbalo de las manos del esclavo e hirió la cabeza del Imâm (a.s.). El Imâm (a.s.) levantó su mirada y el sirviente le dijo: «Aquellos que contienen su ira». El Imâm (a.s.) dijo: “Contuve mi ira”. Dijo: «Perdonan a las personas». El Imâm (a.s.) dijo: “Dios te perdone”. El esclavo: «Dios ama a los que hacen el bien». El Imâm (a.s.): “Estas libre porque así complace a Dios”.
E) En algunas de las narraciones islámicas encontramos que los esclavos después de siete años automáticamente eran puestos en libertad, al igual que leemos del Imâm As-Sâdiq (a.s.): “Aquél que tenga fe, será puesto en libertad, quiera o no su dueño y es prohibido tomar al servicio a alguien que después de siete años tenga fe en Dios”.[6]
A este mismo respecto ha sido transmitido una narración del gran Profeta (s.a.w.) que dijo: “Gabriel constantemente me recomendaba a los esclavos al grado en que conjeturé que muy pronto les sería dado un ultimato, y cuando llegase éste serían puestos en libertad”.[7]
F) Alguien que tenga un esclavo en sociedad con otro y quiera dejar en libertad el porcentaje que le pertenece, deberá comprar la parte de su socio y después ponerlo en libertad.
G) Cuando el dueño ponga en libertad un porcentaje del esclavo del cual es dueño absoluto, esta libertad se transmite a todo y automáticamente queda libre por completo.
H) Cuando alguien es comprado por parte de su padre, su madre, sus ancestros o por sus hijos, su tío o tía paterna o materna, hermano o hermana, sobrino o sobrina inmediatamente obtiene su libertad.
I) Cuando el dueño tenga un hijo con su esclava, no es permitido vender a esa esclava y deberá ser puesta en libertad después de haber recibido la parte de herencia de su hijo.
Este asunto fue medio de la libertad de muchas esclavas, puesto que muchas de ellas fueron como esposas para sus dueños y tenían hijos de ellos.
J) La multa determinada para muchas violaciones y pecados en el Islam fue poner en libertad a los esclavos (la multa por matar sin intención, la multa por no tomar el ayuno a propósito y la multa por romper una promesa fueron algunos ejemplos que pueden ser mencionados aquí).
K) La libertad del esclavo por algunos castigos crueles con que su dueño lo castigaba.
Antes del Islam los dueños de los esclavos se consideraban autorizados para realizar cualquier castigo y tortura en cuanto a sus esclavos, y sin ningún obstáculo consideraban permitido llevar a cabo cualquier crimen en forma libre hacia ellos. Cuando el Islam llegó prohibió algunos de los castigos (tales como mutilar la oreja, la lengua, la nariz y otros), y anunció que el esclavo que fuese castigado así por su dueño quedaría en libertad.[8]
Artículo 3º. – Revivir la personalidad de los esclavos.
En la época que los esclavos circulan por el camino hacia la libertad según el programa calculado del Islam, el Islam realizó amplias gestiones para revivir sus derechos, reviviendo la personalidad humana de estos, al grado que desde la perspectiva de la personalidad humana no hace ninguna diferencia entre los esclavo y las personas libres, estableciendo a la abstinencia como la escala de los valores. Por ello el Islam permite a los esclavos ocupar cualquier puesto importante de la sociedad al grado en que pueden ocupar el importante puesto del arbitraje. En la época del Profeta (s.a.w.) fueron también otorgados altos puestos a los esclavos o a los esclavos liberados, desde la comandancia del ejército hasta otros puestos delicados.
Numerosos de los grandes compañeros del Profeta (s.a.w.) fueron esclavos o esclavos liberados, y en realidad muchos de ellos cumplían con sus obligaciones en forma de asistentes para los grandes personajes del Islam. Salmân, Bilâl y ‘Amâr Ÿâsir así como Qanbar pueden ser nombrados en este grupo. Después del enfrentamiento con Banî Al-Mustalaq, el Profeta (s.a.w.) contrajo matrimonio con una de las esclavas liberadas y este asunto fue pretexto de la libertad de todos los presos de esa tribu.
Artículo 4º. – Comportamiento humano con los esclavos.
En el Islam hay numerosas órdenes respecto a la bondad y moderación con los esclavos, al grado que los asocia con su dueño en los asuntos de la vida.
El Profeta del Islam (s.a.w.) dijo: “Aquel que su hermano se encuentra bajo su mando, que le dé de comer lo que él come y que lo vista con lo que se viste, y no lo obligue a realizar más de lo que está dentro de su capacidad”.
‘Alî (a.s.) dijo a su esclavo Qanbar: “Siento vergüenza ante Dios de vestir una camisa mejor que la tuya, puesto que el Profeta de Dios (s.a.w.) dijo: “Vestidlos con lo que se visten, y alimentadlos con lo que os alimentéis”.
El Imâm As-Sâdiq (a.s.) dijo: “Cuando mi padre ordenaba a un esclavo realizar algún acto, observaba y si el trabajo era pesado decía “Bismil.lah” y entraba en acción para ayudarlo”.
El buen trato del Islam en cuanto a los esclavos en ese período transformativo era a tal grado que inclusive los extranjeros respecto al Islam lo enfatizaban y glorificaban también.
Como ejemplo Jurji Zaydan en su obra de La Historia de la Civilización dijo lo siguiente: “El Islam es extraordinariamente amable con los esclavos. El Profeta del Islam (s.a.w.) recomendó mucho respecto a los esclavos. Como por ejemplo decía: No encarguen al esclavo un trabajo que no tenga la posibilidad para hacerlo, y denle de todo lo que ustedes comen”.
En otra parte dijo: “No llamen esclavo o esclava a quienes os sirven, sino que llámenlos ‘hijo mío’ o ‘hija mía’”. El Corán también tocante a los esclavos hizo una interesante recomendación, y dice: “Adorad a Dios, no asocies a nadie con Él, compórtense sólo con benevolencia con vuestro padre y madre, familiares, huérfanos, indigentes, vecinos cercanos y lejanos, amigos, inmigrantes y esclavos, Dios odia a los que actúan con egoísmo”.
Artículo 5º. – Vender a los humanos es el acto más detestable
Básicamente en el Islam la compra y venta de esclavos es uno de los negocios más detestados, al grado en que en una narración del gran Profeta (s.a.w.) dijo: “Los peores hombres son aquellos que venden a los hombres”.[9]
Esta explicación es suficiente para evidenciar la opinión final del Islam respecto a los esclavos y para mostrar la dirección de orientación de los programas islámicos.
Más interesante aún es que uno de los pecados imperdonables en el Islam es quitar la libertad a los seres humanos y transformarlos en un artículo. Al igual que está registrado en una narración del gran Profeta (s.a.w.) que dijo: “Dios Sublime perdona todos los pecados (excepto tres): primero los pecados de aquel que niega la dote de su esposa, del que usurpe el sueldo de un obrero o del que venda a un hombre libre”.[10] Según esta narración usurpar el derecho de la mujer, el sueldo del obrero y quitar la libertad a los seres humanos son tres pecado imperdonables.
Al igual que mencionamos con anterioridad, el Islam sólo permite la esclavitud en un caso, y este es con los presos de guerra, y esto no como un asunto obligatorio, mientras que en la época del surgimiento del Islam y los siglos que le sucedieron la esclavitud fue muy intensa, se llevó a cabo por la fuerza y atacando a los países de los negros, apresando a los hombres libres y convirtiéndolos en esclavos, e inclusive a veces los trataban en formas espantosas, al grado que a finales del siglo 18 d.C. el gobierno de Inglaterra cada año comerciaba 200 mil esclavos y tomaba de África cada año 100 mil personas para llevarlas a América en forma de esclavos.
En conclusión, aquellos que critican el programa del Islam ignoran y desconocen en forma exacta los fundamentos de este programa y de su orientación que es esa misma libertad gradual y sin dañar a los esclavos, o se encuentran bajo la influencia de personas tendenciosas, que según ellos consideraron este asunto (el de la esclavitud) como punto importante de debilidad en el Islam y le hicieron una gran propaganda.[11]
De lo mencionado se evidenció que si los Líderes del Islam (a.s.) tenían uno o varios esclavos a su disposición fue dentro del molde de un programa calculado y sabio del Islam para enfrentar el asunto de la esclavitud, y la relación que mantenían estos con los esclavos era en tal forma que en muchos casos cuando ponían en libertad a un esclavo este no aceptaba abandonar la casa del Imâm (a.s.) y con insistencia pedía al Imâm (a.s.) que le permitiese seguir a su servicio, pero el Imâm (a.s.) se negaba. Por otra parte el comportamiento y la relación de ellos con los esclavos fue un modelo real y una forma de enseñanza para la sociedad humana en especial para los musulmanes en la forma que debían comportarse con este asunto tan importante que afectaba a la sociedad.
[1]– Exegesis Nemunah, t.21, pp.413-417.
[2]– Wasâ’il Al-Shî’ah, t.15, p.92; “على (ع): اطعام الاسیر و الاحسان الیه حق واجب و ان قتلته من الغد” – De ‘Alî (a.s.): “Alimentar al preso y hacerle el bien, es un derecho obligatorio aunque se haya determinado matarlo al siguiente día”;
Al-Kâfî, t.5, p.35. del Imâm Saÿÿâd (a.s.) se transmite que dijo:
“اذا اخذت اسیرا فعجز عن المشى و لیس معک محمل فارسله ، و لا تقتله ،فانک لا تدرى ما حکم الامام فیه”
“Cuando habéis tomado a un preso y lo lleváis contigo, si se ve imposibilitado para caminar y no tienes un medio de transporte para llevarlo, ponlo en libertad y no lo mates, puesto que no sabes cuando lo presentes ante el Imâm (a.s.) que dictaminará respecto a él”.
[3]– At-Tauba 9:60.
[4]– Al-Kâfî, t.5, p.74, “اعتق الفا من کد یده”.
[5]– Min Îâ-Iahdaru Al-Faqîh, t.1, p.27, “اذهب فانت حر فانى اکره ان استخدم رجلا من اهل الجنة”.
[6]– Al-Kâfî, t.6, p.196;
"من کان مؤمنا فقد عتق بعد سبع سنین ، اعتقه صاحبه ام لم یعتقه ، و لا یحل خدمة من کان مؤمنا بعد سبعة سنین".
[7]– Min Îâ-Iahdaru Al-Faqîh, t.1, p.52; Wasâ’il Al-Shî’ah, t.2, p.7; Mustadrak Al-Wasâ’il, t.13, p.397;
"ما زال جبرئیل یوصینى بالمملوک حتى ظننت انه سیضرب له اجلا یعتق فیه".
[8]– Sharh Al-Lum’at Al-Damishqîîah, t.6, p.280.
[9]– Al-Kâfî, t.5, p.114, “شر الناس من باع الناس”.
[10]– Mustadrak Al-Wasâ’il, t.13, p.378,
“ان الله تعالى غافر کل ذنب الا من جحد مهرا ، او اغتصب اجیرا اجره ، او باع رجلا حرا”.
[11]– Exegesis Nemunah, t.21, pp.410-423.