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Los mandatos y las órdenes de la religión del Islam son practicables en dos campos. Algunas de ellas en los límites de los actos individuales y otras en el campo de los asuntos de la sociedad. Los actos individuales en cada sociedad son posibles de realizarse. Esto es, si un musulmán desea practicar los mandatos y los preceptos islámicos en forma individual y privada, tal y como la oración, el ayuno y otros, aunque la sociedad se vea atrapada por discordancias, estas discordancias no pueden ser una seria amenaza para los actos individuales del ser humano.
Sin embargo una serie de mandatos islámicos tienen una perspectiva social, y en una forma son practicables en el ambiente social. Y puesto que el ser humano es un ser social y está en contacto con la sociedad, sin otra alternativa deberá estar presente en la sociedad y buscar sus necesidades dentro de ésta. En esta perspectiva de las obligaciones también hasta donde el ser humano tenga poder y pueda, deberá defender las normas correctas, y enfrentarse ante las discordancias. El tiene la obligación de realizar este acto a través de aconsejar las buenas acciones y reprobar lo prohibido, y a través de la responsabilidad ante la sociedad. En caso de que llegue a un punto en el que su conducta no puede ser beneficiosa, él cumplió con su deber. Debemos recordar que si la vida de la persona creyente en una sociedad así, se ve atrapada por el destino de la sociedad, y en una forma se ve apresado en actos como estos, deberá tratar de involucrarse lo menos posible.
Los mandatos y las órdenes de la religión del Islam son practicables en dos campos. Algunas de ellas en los límites de los actos individuales y otras en el campo de los asuntos de la sociedad.
Para evidenciar este asunto que el mundo tiene una atmósfera peligrosa en la cual los engaños, ardides y otros sustituyeron los valores morales, a continuación analizamos este asunto desde dos perspectivas desde cómo debe el ser humano cumplir con sus obligaciones religiosas, y cómo puede quedar protegido de los daños sociales..
Uno: Mandatos individuales del Islam
Los mandatos y las órdenes individuales del Islam, son una serie de leyes que fueron establecidas por parte del Legislador Sagrado para guiar a los seres humanos, para hacerlos llegar del mundo terrenal a la cumbre de la felicidad y perfección –que en realidad éste es el propósito de la creación. Todo este grupo de leyes se encuentra dentro del molde de “obligaciones y prohibiciones”. Es decir una serie de mandatos y tareas que el ser humano debe realizar para alcanzar el propósito y la meta de la creación. Por otra parte existe una serie de actos que debe evitar, actos que tienen una perspectiva restrictiva y en caso de realizarlos frenará él mismo el movimiento hacia la perfección. Este tipo de actos, es decir los actos individuales en cada sociedad son posibles de realizarse. Esto es, si un musulmán desea practicar los mandatos y los preceptos islámicos en forma individual y privada, aunque la sociedad se vea atrapada por discordancias, estas discordancias no pueden ser una seria amenaza para los actos individuales del ser humano. En un ambiente así el ser humano creyente realiza sus obligaciones. Aunque es posible que en una sociedad así sea difícil pero no imposible realizar los actos y las tareas. El Generoso Corán respecto a este respecto dice:
"يا أَيُّهَا الَّذِينَ آمَنُوا عَلَيْكُمْ أَنْفُسَكُمْ لا يَضُرُّكُمْ مَنْ ضَلَّ إِذَا اهْتَدَيْتُمْ إِلَى اللَّهِ مَرْجِعُكُمْ جَمِيعاً فَيُنَبِّئُكُمْ بِما كُنْتُمْ تَعْمَلُونَ"
“¡Oh, los que creéis! Vuestra responsabilidad es cuidar de vuestras propias almas. Mientras vosotros estéis bien guiados nadie que se extravíe podrá perjudicaros. Todos vosotros regresaréis hacia Dios y seréis informados de los que hacíais”.[1]
Esta aleya directamente separa las cuentas de cada uno y dice que la perdición de otros no les harán daño a la guía y a la fe de aquellos que fueron guiados, incluso si los extraviados son de los seres cercanos a la persona, por lo tanto ustedes no los sigan, y sálvense.
Sin embargo para que el ser humano pueda proteger su fe en una sociedad así, deberá aferrarse a la cuerda Divina, es decir al Corán y a Ahl-Bayt (a.s.) y pedirles ayuda en este sendero peligroso. Las enseñanzas religiosas a este respecto nos dicen, cuando la sociedad se ve atapada por la desunión y la situación se vuelva dudosa para ustedes, deberán recurrir al Corán, que el Corán es la mejor guía para ustedes hacia la felicidad: "فَإِذَا الْتَبَسَتْ عَلَيْكُمُ الْفِتَنُ كَقِطَعِ اللَّيْلِ الْمُظْلِمِ فَعَلَيْكُمْ بِالْقُرْآنِ" –“Aquel que coloque a las enseñanzas del Corán como su modelo, su destino es la felicidad…; puesto que las enseñanzas del Corán son luz”.[2]
Es digno de considerar que en la historia siempre sucedió así, que el campo de la sociedad fue estrecho para los creyentes. Desde que el Islam surgió hasta hoy día, desde antes del Islam, en la época de los Profetas anteriores y de sus seguidores las sociedades humanas también fueron así. Echando un vistazo a la historia de la humanidad no puede encontrarse una época en la que existiese una sociedad ideal para que la gente pudiese realizar los mandatos Divinos lejos de cualquier problema, y en la máxima paz y tranquilidad. Mientras ha existido así ha sido. Por ello la destreza de los creyentes de Dios es que en este tipo de ambientes protegen su religión.
Dos: Los mandatos sociales del Islam
Algunas de las leyes y mandatos islámicos tienen una perspectiva social. Y puesto que el ser humano es un ser social y está en contacto con la sociedad, sin otra alternativa deberá estar presente en la sociedad y buscar sus necesidades dentro de ésta. A este respecto hay que decir también que una sociedad así, es decir una sociedad con un ambiente oscuro y engañoso existió también durante la época del Imam ‘Alî (a.s.). Este honorable a este respecto dijo: "ایها الناس انا قد اصبحنا فی دهر عنود و زمن کنود..." –“¡Oh gentes! Es una realidad que os encontráis en tiempos duros y días crueles, tiempos en que las personas virtuosas son consideradas malvadas, y los tiranos y déspotas se están volviendo más y más crueles y opresores…“.[3] En una sociedad así en la cual se habían vuelto partidarios de los actos opuestos a la religión y la moral, si alguien quiere actuar correctamente y practicar sus obligaciones religiosas y humanas, lo deniegan. El ser humano se verá reprochado al quiere aconsejar los buenos actos, ponerse a la ofensiva ante las anormalidades y… En esta perspectiva de las obligaciones también hasta donde el ser humano tiene poder y puede defender los actos correctos y enfrentar las anormalidades, tiene la obligación de aconsejar los buenos actos y reprochar lo prohibido. Así también por responsabilidad ante la sociedad tiene la obligación de realizar este acto, y si llegó a un punto en el cual se percató que sus actos no son provechosos, él cumplió con su obligación.
El Imam ‘Alî (a.s.) respecto a personas solicitantes de Dios y creyentes, en una situación así dice: “Los verdaderos buscadores de Dios son aquellos que cuando recuerdan el día del Juicio, cuando recuerdan el día de las Cuentas y temen al día de la Resurrección, brotan lágrimas de sus ojos, huyen de la gente aislándose y…. la sociedad ha hecho que sus almas duelan. Es como si se encontraran en el mar…”.[4] Según estas palabras del Imam (a.s.) las condiciones y los ambientes son diferentes para las personas generosas. Es posible que se encuentren en un ambiente en el cual se sientan desesperanzadas de la gente y de la sociedad. En un lugar lejos de la sociedad y solos, o en un ambiente en el cual los opriman y sometan, o el que aconsejaron a la sociedad sin resultado. Por ello callaron. El que el Imam (a.s.) compara a los creyentes con aquellos que se encuentran en un mar salado es porque el agua salada no sirve para saciar la sed, es decir si el ser humano se encuentra en una sociedad la cual no se acopla con su alma es como si fuese un extraño en esa sociedad.
Claro está las condiciones de las personas son diferentes en las diversas sociedades. Muchas veces sucede que una persona esforzándose puede en una sociedad atraer a un pequeño grupo y sus esfuerzos den frutos en ese mismo pequeño grupo. El tiene la obligación en esa misma medida, ya que el Corán dice:
"...لا يُكَلِّفُ اللَّهُ نَفْساً إِلاَّ وُسْعَها..." –“Dios no responsabiliza a ninguna alma más allá de su capacidad”.[5] Por ello todos los creyentes no se encuentran en situaciones similares ante obligaciones sociales como éstas.
Es digno de mencionar que si la vida y el destino de la persona creyente se encuentra en una sociedad diferente y disímil con los ideales humanos e islámicos y no tiene otra alternativa más que vivir en ese lugar, deberá involucrarse lo más mínimo en los asuntos sociales de ésta y limitarse a lo mínimo de los asuntos mundanos. De lo contrario según lo ordenado en el Corán el ser humano tiene la obligación de alejarse de sociedades así y de emigrar a otras tierras. El Generoso Corán a aquellos que echan la culpa de su debilidad a la sociedad les dice: “En verdad, a aquellos a quienes los ángeles (comisionados de la muerte) se lleven (sus almas) mientras eran injustos con sus propias almas les dirán: «¿Qué hacíais (y por qué a pesar de que fuisteis musulmanes se encuentran en la fila de los incrédulos)?» Dirán: «Estábamos oprimidos (y éramos indigentes) en la Tierra.» Ellos (los ángeles) dirán. «¿Acaso no era la Tierra de Dios suficientemente amplia para que hubieseis emigrado?»”.[6]
Índice relacionado:
Estudios religiosos y nuevo conocimiento del Islam, preg.no.3002 (pág.web 3250).
[1]– Al-Mā’ida [5:105].
[2]– Kulaînî Muhammad Ibn Ia’qub, Al-Kâfî, t.2, pp.599-600.
"قَالَ فَقَامَ الْمِقْدَادُ بْنُ الْأَسْوَدِ فَقَالَ يَا رَسُولَ اللَّهِ وَ مَا دَارُ الْهُدْنَةِ قَالَ دَارُ بَلَاغٍ وَ انْقِطَاعٍ فَإِذَا الْتَبَسَتْ عَلَيْكُمُ الْفِتَنُ كَقِطَعِ اللَّيْلِ الْمُظْلِمِ فَعَلَيْكُمْ بِالْقُرْآنِ فَإِنَّهُ شَافِعٌ مُشَفَّعٌ وَ مَاحِلٌ مُصَدَّقٌ وَ مَنْ جَعَلَهُ أَمَامَهُ قَادَهُ إِلَى الْجَنَّةِ وَ مَنْ جَعَلَهُ خَلْفَهُ سَاقَهُ إِلَى النَّارِ وَ هُوَ الدَّلِيلُ يَدُلُّ عَلَى خَيْرِ سَبِيلٍ وَ هُوَ كِتَابٌ فِيهِ تَفْصِيلٌ وَ بَيَانٌ وَ تَحْصِيلٌ وَ هُوَ الْفَصْلُ لَيْسَ بِالْهَزْلِ وَ لَهُ ظَهْرٌ وَ بَطْنٌ فَظَاهِرُهُ حُكْمٌ وَ بَاطِنُهُ عِلْمٌ ظَاهِرُهُ أَنِيقٌ وَ بَاطِنُهُ عَمِيقٌ لَهُ نُجُومٌ وَ عَلَى نُجُومِهِ نُجُومٌ لَا تُحْصَى عَجَائِبُهُ وَ لَا تُبْلَى غَرَائِبُهُ فِيهِ مَصَابِيحُ الْهُدَى وَ مَنَارُ الْحِكْمَةِ وَ دَلِيلٌ عَلَى الْمَعْرِفَةِ لِمَنْ عَرَفَ الصِّفَةَ فَلْيَجْلُ جَالٍ بَصَرَهُ وَ لْيُبْلِغِ الصِّفَةَ نَظَرَهُ يَنْجُ مِنْ عَطَبٍ وَ يَتَخَلَّصْ مِنْ نَشَبٍ فَإِنَّ التَّفَكُّرَ حَيَاةُ قَلْبِ الْبَصِيرِ كَمَا يَمْشِي الْمُسْتَنِيرُ فِي الظُّلُمَاتِ بِالنُّورِ فَعَلَيْكُمْ بِحُسْنِ التَّخَلُّصِ وَ قِلَّةِ التَّرَبُّصِ"
[3]– Nahÿul Balâgah, sermon 32.
[4]– Ídem.
"وَ بَقِيَ رِجَالٌ غَضَّ أَبْصَارَهُمْ ذِكْرُ الْمَرْجِعِ وَ أَرَاقَ دُمُوعَهُمْ خَوْفُ الْمَحْشَرِ فَهُمْ بَيْنَ شَرِيدٍ نَادٍّ وَ خَائِفٍ مَقْمُوعٍ وَ سَاكِتٍ مَكْعُومٍ وَ دَاعٍ مُخْلِصٍ وَ ثَكْلَانَ مُوجَعٍ".
[5]– Al-Baqara [2:286].
[6]– An-Nisā’ [4:97].
"إِنَّ الَّذينَ تَوَفَّاهُمُ الْمَلائِكَةُ ظالِمي أَنْفُسِهِمْ قالُوا فيمَ كُنْتُمْ قالُوا كُنَّا مُسْتَضْعَفينَ فِي الْأَرْضِ قالُوا أَ لَمْ تَكُنْ أَرْضُ اللَّهِ واسِعَةً فَتُهاجِرُوا فيها فَأُولئِكَ مَأْواهُمْ جَهَنَّمُ وَ ساءَتْ مَصيرا".