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Algunos de los juristas anteriores tales como Ibn ‘Aqîl y Ibn Ÿunaîd, consideraron obligatorio recitar el adhân (llamado para la oración) y el iqâmah (llamado antes de iniciar la oración).[1] La mayoría de los grandes sabios a imitar, respecto al adhân y al iqâmah dicen: “Es preferente para los hombres y las mujeres recitar el adhân y el iqâmah antes de las oraciones obligatorias diarias.[2] Pero para las demás oraciones obligatorias, tales como las oraciones de âÿât (oración por fenómenos naturales) es preferible repetir tres veces “As-Salât”. Entonces el adhân y el iqâmah aunque se han recomendado como un acto preferible, pero no son parte de las obligaciones. Por otra parte sólo son especiales de las oraciones diarias obligatorias, no de las oraciones preferibles ni demás oraciones obligatorias.
Respecto al adhân y al iqâmah, y al número de éstas para las oraciones obligatorias debemos decir que el orante para las oraciones del medio día y del ocaso, así como para las de la mañana puede recitar tanto el adhân como el iqâmah, pero si recita la oración de la tarde inmediatamente después de la del medio día, o con un pequeño intervalo después de la oración del medio día (algunos de los sabios a imitar este intervalo lo aceptaron como el tiempo para realizar una oración preferible, pero otros no consideran suficiente el intervalo en la medida de 2 ciclos de oración preferible y recitar el rosario) o la oración de la noche la realiza sin intervalo o con un corto intervalo después de la oración del ocaso, no es necesario recitar un segundo adhân para la oración de la tarde y de la noche.[3]
Entonces con cualquier adhân y iqâmah puede realizarse la oración de la mañana, o la oración del medio día junto a la oración de la tarde, o la oración del ocaso acompañada de la oración de la noche (en caso de que entre la oración del medio día y de la tarde, y entre la oración del ocaso y la noche no exista intervalo). Pero si se realiza un intervalo el orante puede, para cada una de las oraciones obligatorias, recitar un adhân y un iqâmah por separado. De cualquier manera, cada oración obligatoria puede tener su propio iqâmah.
La respuesta del Aîiatul.lah Mahdî Hâdawî Tehrânî es la siguiente:
1. El adhân y el iqâmah sólo se han recomendado para las oraciones obligatorias (oración de la mañana, del medio día, de la tarde, del ocaso y de la noche), y también es legal en las oraciones en pago.
2. Recitar el adhân es un acto preferible, pero el iqâmah debe recitarse por precaución.
3. Recitando un adhân es permitido realizar varias oraciones. Mientras no exista un gran intervalo entre éstas, la precaución es que no se recite el adhân.
4. Para cada oración obligatoria diaria –que se realice en su momento o en pago– por precaución debe recitarse el iqâmah.