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Explicación: el sol es uno de los purificadores, y las cosas que se purifican a través de éste es la tierra y la construcción.[1] Pero la condición para purificar la tierra y la construcción a través del sol es que entre el interior y exterior de la tierra o de la construcción al cual el sol radia no haya un espacio u otro cuerpo puro por ejemplo una cortina que se interponga.
Tal y como los bloques de cemento que están vacíos por dentro[2] o como la tierra que excavaron y la cubrieron con algo como madera en tal forma que exista un espacio entre la madera y la tierra, en este caso si dentro y fuera se impurifica el sol sólo purifica la parte exterior, y dentro de ésta no lo purifica puesto que está vacío y existe un espacio que obstaculiza que los rayos del sol lleguen.
Pero algunos de los juristas, en las condiciones de la purificación por medio del sol, respecto a la tierra y la construcción, no mencionaron esta condición.[3] Y otros consideran fundamentalmente que el sol, no purifica la construcción.[4]
Para más información recurrir a los siguientes Índices:
1. El Sol y la purificación de la ropa, cobertor y tapete impurificado, preg.4805 (pag.web preg.5249).
2. La condición para purificar la pared impura a través Sol, preg.502, (pag.web preg.5259).
[1]– Jomeînî Saîîed Ruhul.lah, Taudîh ul-Masâ’il (Al-Mahshâ li Imâm Al-Jomeînî), investigador y corrector: Banî Hâshimî Jomeînî, Saîîed Muhammad Husaîn, t.1, p.117, asunto 191.
[2]– Ídem, p.118.
[3]– Ídem, p.117-118, a continuación del asunto 191.
[4]– El Aîatul.lah Makârim Shîrâzî, no considera la construcción dentro de aquello que el Sol purifica y dice: “Los rayos del Sol purifican la tierra y la azotea, pero existe duda en que purifiquen la construcción, las puertas y ventanas y parecidos a éstas.
Taudîh ul-Masâ’il (Al-Mahshâ li Imâm Al-Jomeînî), t.1, p.118.