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En respuesta a esta pregunta habrá que poner atención en los siguientes puntos:
1. Los Profetas y los Inmaculados Imâmes estaban obligados a utilizar de su conocimiento y del poder normal que tenían, no del poder Divino que gozaban; puesto que en caso de que si actuaban en base al conocimiento y poder Divino no podrían ser modelo para los demás.
2. La autenticidad de la existencia de transmisiones como estas no es definitiva para nosotros, aunque hayan sido extraídas de las fuentes de la Escuela Sunna.
3. Esta narración (en caso de existir) por algunas causas parecen estar alteradas: Primero: el Imâm Husaîn (a.s.) el día de ‘Ashûrâ, según las numerosas narraciones pidió agua a los enemigos que habían cerrado el rio del Éufrates, y ellos se negaron fuertemente a dársela. Segundo: el que el día de ‘Ashûrâ las carpas de este generoso se encontraba sitiadas por el enemigo. ¿Cómo pudo una persona así acercarse al Imâm (a.s.) para ofrecerle agua?
En conclusión esta narración y otras parecidas a ésta que consideran que el propio Imâm Husaîn (a.s.) quería sufrir sed, y muestran como si el Imâm (a.s.) y su familia no se encontraban limitados de agua, de ninguna manera es posible aceptarlo. Esto no concuerda con los testimonios ni con las demás narraciones históricas del movimiento de ‘Ashûrâ, sino que son narraciones compuestas y quieren en una forma cubrir el asesinato imperdonable de los enemigos.
En respuesta a esta pregunta habrá que poner atención en los siguientes puntos:
1. Los Profetas y los Inmaculados Imâmes estaban obligados en sus actos y vida diaria a utilizar su conocimiento y el poder normal del que gozaban, no realizaban actos milagrosos ni extraordinarios, a menos que en casos especiales y con el permiso de Dios por beneficio de la religión de Dios y guía para la gente.
2. El Imâm Bâqir (a.s.) dijo: “El nombre supremo de Dios consta de 73 letras. Asif Ibn Barjîâ conocía una de sus letras que al utilizarla transportó en un instante el trono de la Reina de Saba, y nosotros los Imâmes conocemos 72 letras del nombre supremo de Dios”.[1]
3. En efecto, el Imâm Husaîn (a.s.) conocía el nombre supremo de Dios y también sus súplicas son aceptadas por Dios y podía hacer brotar un manantial de la tierra, y saciarse él y saciar a sus seguidores, pero no lo hizo puesto que debía seguir sus obligaciones según los medios externos.
4. Si los Inmaculados Imâmes (a.s.) debían vivir basándose en el conocimiento y el poder Divino que obtuvieron de Dios Supremo, y saciar así las necesidades de su vida ya no podrían ser modelo ni ejemplo de enfrentamiento con las dificultades, soporte de los problemas con paciencia, tolerancia y devoción en el sendero de los valores humanos.
5. El suceso de ‘Ashûrâ y la oposición del Imâm Husaîn (a.s.) a la opresión, es un ejemplo del levantamiento ante las desviaciones e innovaciones que en todas las épocas es posible se realicen en los mandatos y órdenes de la religión de Dios, y todos los musulmanes y seres humanos tienen la obligación de oponerse ante cualquier innovación. Suponiendo que el Imâm Husaîn (a.s.) hubiese realizado esta importante obligación utilizando el poder de los milagros y de la supremacía existencial, no podría ser un modelo vivo para todos los seres humanos en todas las épocas.
6. En las narraciones auténticas encontramos que el Imâm Husaîn (a.s.) para saciar la sed de sus compañeros la noche de ‘Ashûrâ comisionó a su hijo ‘Alî Akbar (a.s.) y a un grupo de sus compañeros para que trajeran agua, y el mismo Imâm (a.s.) después del martirio de su hermano ‘Abbâs se acercó a las orillas del Éufrates para traer agua y saciar su sed y la de sus compañeros pero no pudo beber agua.[2]
7. En numerosas narraciones está registrado que el día de ‘Ashûrâ el Imâm Husaîn (a.s.) trajo a su hijo ‘Alî Asgar (que contaba con 6 meses de edad) ante el enemigo y dijo: “¡Oh, gente! Si no os apiadáis de mi, apiadaos de este infante”. Entonces Harmalah tiró una flecha y martirizó al niño sediento.[3]
8. Cuando el Imâm (a.s.) pide agua a los enemigos en esta forma, ¿cómo es posible que rechace a alguien que le ofrece agua por propia voluntad y apego?
9. Los ejércitos de ‘Ubaîdul.lah Ibn Zîâd el día de ‘Ashûrâ bloquearon por completo las carpas del campamento del Imâm (a.s.). Ellos controlaban enérgicamente a quienes entraban y salían del campamento. Estaban comisionados a poner en una situación difícil al Imâm (a.s.) y a sus compañeros y así obligarlos a ceder, o para matar (de sed) al Imâm (a.s.). Ahora surge esta pregunta que ¿cómo fue posible que ese saqâ (persona que lleva el agua) haya traspasado ese bloqueo y haya llegado a donde se encontraba el Imâm? ¿Acaso un saqâ así era un ser humano o un comisionado del otro mundo y del género de las criaturas del mundo metafísico?
La conclusión es que esta narración y narraciones similares a ésta, que ponen en duda el asunto de la sed del Imâm (a.s.), de su familia y de sus compañeros, y fingen que el Imâm (a.s.) desde la perspectiva de agua no se encontraba necesitado, quieren ocultar el estado de opresión en el que se encontraba este Imâm (a.s.) y el crimen imperdonable de los enemigos para, a través de este medio, mostrar sin importancia el levantamiento de este Imâm (a.s.) y los crímenes inhumanos de los enemigos.