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Al estudiar las obras de Ibn ‘Arabî, se refleja su creencia en cuanto al Imâm Mahdî (a.ÿ.). El escribió lo siguiente respecto al capítulo 366 de la obra Futûhât Makîîah que habla del conocimiento de los compañeros y ministros del Imâm Mahdî (a.ÿ.) al final de los tiempos: “Dios tiene un califa vivo, existente, que surgirá y su surgimiento ocurrirá cuando el mundo se encuentre colmado de opresión y tiranía, y él llenará al mundo de justicia y equidad. Si quedase inclusive un día de la vida del mundo, Dios lo alargará hasta que ese califa lidere. El es de la familia del Mensajero de Dios (s.a.w.) y su ancestro es Husaîn Ibn ‘Alî Ibn Abî Tâlib”.
Una de las obras del Shaîj Akbar Ibn ‘Arabî es “Al-Wi’âi Al-Majtûm ‘Alâ Al-Sirru Al-Maktûm” que fue escrito con motivo del liderazgo absoluto de Mahdî el Prometido (a.ÿ.) y la forma de su surgimiento.
Ibn ‘ArabÎ respecto al Imâm Mahdî (a.ÿ.) opina como los shías, ahí donde dice: “En realidad Al Mahdî (a.s.) es el hijo del Imâm Hasan ‘Askarî (a.s.) y nació a mediados del mes de Sha’bân del año 255 d.H. y vivirá hasta el día en que Jesús hijo de María (a.s.) se le una”.
Así también cree en la infalibilidad del Imâm Mahdî (a.ÿ.) y considera su sabiduría como una revelación Divina.
El nombre original de Muhîe Al-Dîn ‘Arabî fue Muhammad Ibn ‘Alî Ibn Muhammad Ibn Ahmad Ibn ‘Abdul.lah Hâtam Tâîî conocido como Muhîe Al-Dîn, su sobrenombre Ibn ‘Arabí, apodado Shaîj Akbar (560/638 d.H.).
Muhîe Al-Dîn ‘Arabî uno de los grandes gnósticos del Islam, fundador de la ciencia del misticismo y del misticismo teórico. El fue uno de los escritores más activos del mundo islámico. Inigualable entre los famosos de las ciencias místicas e incomparable desde el pasado hasta hoy día. El asunto principal de su libro es la gnosis, las posturas, las inspiraciones y experiencias espirituales, pero al mismo tiempo en las ciencias tales como la de hadîz, exegesis, tradición, jurisprudencia, alquimia, jafr o ciencia de letras esotéricas, astrología, matemáticas, abyad y poema, tiene obras, y hasta hoy día fueron reconocidas más de 500 obras de él.[1]
La personalidad de Ibn ‘Arabî tenía diferentes facetas y sus pensamientos profundos durante muchos siglos atrajeron hacia él a muchos personajes de la ciencia y la religión.
Aîatul.lah Qâdî, martirizado en el púlpito, al pie de página de la obra “Anîs Al-Muwâhidîn” escribe: “Los sabios shías y sunís respecto a él expusieron tres opiniones: un grupo lo tacharon de incrédulo, tales como ‘Alâmah Taftâzânî; otro grupo lo consideró de los grandes santos Divinos, lo consideraron como uno de los místicos perfectos y grande entre los muÿtahid (autoridad legal a imitar); y el tercer grupo aceptó su liderazgo pero consideró prohibido el estudio de sus libros.[2]
El Aîatul.lah Ÿawâdî Âmulî escribió: “Los diversos arbitrajes referentes a Ibn ‘Arabî desde que se hizo famoso hasta hoy día, han sido mencionados por parte de los líderes de las escuelas y sectas. Cada uno según su opinión se inclina hacia él o lo rechazan… Algunos lo elogian al grado de la infalibilidad, y otros también lo conocen al nivel de incrédulo”.[3]
El gran sabio mártir Mutaharî escribió: “Muhîe Al-Dîn ‘Arabî es andalusí, y Andaluz es de las regiones en las cuales sus habitantes no sólo fueron sunitas sino que enemistaban con los shías, y eran nasabi (enemigos de ‘Alî). Entre los sabios de la Escuela Suní existen sabios nasabi de Andaluz y posiblemente en Andaluz no haya shías, y si los hubiese, son muy pocos. Muhîe Al-Dîn fue andalusí pero por esa inclinación mística que tiene sostiene que la Tierra nunca pueda quedar vacía de un walî (tutor) o Imâm. Aceptó la opinión de los shías y menciona el nombre de los Inmaculados Imâmes (a.s.) y de Fátima Zahra (s.), hasta llegar al Imâm Mahdî (a.ÿ.) y presume “Yo vi al Imâm (a.ÿ.) el año seiscientos y tantos en tal lugar”.[4]
El gran sabio Hasan Zâdih Ämulî escribió: “Ibn ‘Arabî en la obra “Al-Durr Al-Maknûn wa Al-Sirr Al-Maktûm” dice: “Los secretos del Corán después del Profeta (s.a.w.) se encontraban en manos de ‘Alî, Amîr Al-Mu’minin (a.s.), y después nombra a cada uno de los Inmaculados Imâmes (a.s.) hasta llegar al Imâm Mahdì (a.ÿ.)”.[5]
Ibn ‘Arabî en la obra “’Anqâ’a Magrib fî jatmi Al-Aûlîâ’ wa Shamsu Al-Magrib” en la descripción de las particularidades, condiciones y perfecciones del último Walî, menciona algunas preferencias que solo pueden encontrarse en la persona de Mahdî (a.ÿ.) el decimo segundo Imâm de los shías. Al final de esa misma obra alude directamente al último Imâm y dice: “Sin duda el Imâm Mahdî (a.ÿ.) pertenece a la familia del gran Profeta (s.a.w.)”.[6]
El escribió lo siguiente respecto al capítulo 366 de la obra Futûhât Makîîah que habla del conocimiento de los compañeros y ministros del Imâm Mahdî (a.ÿ.) al final de los tiempos: “Dios tiene un califa vivo, existente, que surgirá y su surgimiento ocurrirá cuando el mundo se encuentre colmado de opresión y tiranía, y él llenará al mundo de justicia y equidad. Si quedase inclusive un día de la vida del mundo, Dios lo alargará hasta que ese califa lidere. El es de la familia del Mensajero de Dios (s.a.w.) y su ancestro es Husaîn Ibn ‘Alî Ibn Abî Tâlib”.
Una de las obras del Shaîj Akbar Ibn ‘Arabî es “Al-Wi’âi Al-Majtûm ‘Alâ Al-Sirru Al-Maktûm” que fue escrito con motivo del liderazgo absoluto de Mahdî el Prometido (a.ÿ.) y la forma de su surgimiento.[7]
Ibn ‘ArabÎ respecto al Imâm Mahdî (a.ÿ.) opina como los shías, ahí donde dice: “En realidad Al Mahdî (a.s.) es el hijo del Imâm Hasan ‘Askarî (a.s.) y nació a mediados del mes de Sha’bân del año 255 d.H. y él vivirá hasta el día en que Jesús hijo de María (a.s.) se le una”.[8]
Así también cree en la infalibilidad del Imâm Mahdî (a.ÿ.) y considera su sabiduría como una revelación Divina.[9]
Es pertinente mencionar que muchos de los grandes sabios shías en sus obras y escritos utilizaron cuestiones de Muhîe Al-Din Arabî como testigo, como ejemplo: el gran sabio Amînî en la obra “Al-Gadîr”, bajo el título de “ahâdîz nabawî” o narraciones del Profeta (s.a.w.) sobre las virtudes del Imâm ‘Alî (a.s.) en las fuentes de la Escuela Sunita, el hadîz: “انا المدینه العلم و علی بابها” –El honorable Profeta (s.a.w.) dijo: “Yo soy la ciudad de la sabiduría y ‘Alî es su puerta”. Esta narración la extrajo también de la obra “Al-Dur Al-Maknûn” de ibn ‘Arabî.[10]
[1]– Recurrir a: Muhîe Al-Dîn ‘Arabî, 572-576.
[2]– Narâqî ‘Alâmah Mahdî, Anîs Al-Muwâhidîn, p. 170 al pie de página.
[3]– Ämulî Ÿawâdî, El sonido del Monoteísmo, p.83-84.
[4]– Mutaharî Mártir Murtidâ, Colección de las obras, t.4, p.944.
[5]– Badî’î Muhammad, Entrevista a ‘Alâmah Hasan Zâdih, p.202.
[6]– Hidâîat Al-Amam, (introducción), p.25.
[7]– Exegesis Fâtihat Al-Kitâb, introducción del Profesor Saîed Ÿalâl Al-Dîn Ashtîânî.
[8]– Ibn ‘Arabî Muhîe Al-Din, Hidâîat Al-Umam (introducción), p.24.
[9]– Futûhât Makîîah, t.6, pp.50-66.
[10]– Al-Gadîr, t.6, p.93.