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La identidad verdadera del ser humano que llaman “nafs” alma, tiene numerosas perspectivas y planos que en el Generoso Corán fueron indicadas tres de éstas (alma instigadora, alma que reprocha y alma sosegada).
El alma instigadora significa que los deseos animales, dominan toda la existencia del ser humano y es una postura del alma que constantemente ordena al hombre la realización de actos malos y los deseos pasionales.
Pero en la lingüística y terminología cualquier criatura rebelde y desobediente es llamada diablo o demonio, ya sea de la especia de los humanos, de los genios o de los animales.
El propósito de Iblîs es el demonio especial de la misma materia que los genios, pero como consecuencia de los largos años de adoración que realizó llegó a alcanzar el grado de los ángeles, después de desobedecer lo ordenado por Dios Sublime (en la orden de prosternación ante Adán) fue expulsado de la misericordia de Dios y juró llevar a la perdición y descarrío a los seres humanos a través de la tentación.
El alma instigadora en realidad es una de las llaves de Satanás, es el medio para influir y dominar sobre el ser humano, y es considerada del ejército y soldado de Satanás.
Entonces la tentación por parte de Satanás como el demonio externo, y la incitación y el deseo por medio del alma instigadora como el demonio interno, arrastrarán al ser humano al grado del derrumbe. Explicado de otra manera el alma instigadora, considerando el campo e inclinación animal existente en el ser humano, se ve afectada por las tentaciones de Satanás, y Satanás también adelanta paso a paso hasta llegar al grado en que el ser humano es considerado miembro de su partido.
La respuesta a esta pregunta demanda de la explicación de algunas introducciones:
Primera introducción: el alma y sus grados
La identidad verdadera del ser humano tiene perspectivas y tres planos (animal, humana, divina). De las aleyas del Corán se deduce perfectamente que el espíritu y el alma humana tiene tres grados:[1]
1. Alma instigadora (nafs amârah) o perspectiva animal del ser humano.
La perspectiva animal del ser humano se resume en ambición, enfado y deseos instigadores.[2] A esta inclinación espiritual y postura del alma el Corán la explica como alma instigadora y enfatiza en que: “En verdad, el alma ordena insistentemente el mal”.[3]
Ha sido llamada instigadora porque ordena a realizar actos malos. En este grado todavía el intelecto y la fe no han encontrado ese poder para controlar y domar a esa alma rebelde, sino que en muchos casos se entregan y son derrotados por ésta.
En las palabras de la esposa de Putifar (funcionario del palacio del Faraón) en Egipto[4], fue indicado este grado cuando dijo: "و ما أبرئ نَفْسِی إِنَّ النَّفْسَ لَأَمَّارَةٌ بِالسُّوءِ" –“Yo no disculpo a mi alma. En verdad, el alma (instigadora) ordena insistentemente el mal”.[5]
2. Alma que reprocha (nafs lawâmah) o alma que se maldice a sí misma por las faltas cometidas:
El “alma que reprocha” es un grado del alma que después de aprender, ser educada y esforzarse, el ser humano avanza a ese grado. En este nivel es posible que como consecuencia de la rebelión de los instintos en ocasiones realice faltas, pero de inmediato se arrepiente, comience a reprocharse a sí mismo y decida compensar la falta, lavando su alma y espíritu con el agua del arrepentimiento.
El Generoso Corán a este grado lo explicó como “nafs lawâmah” y dice: “¡Y juro por el alma (que reprocha) que aconseja el bien (es la conciencia despierta que reprocha que la Resurrección es un derecho)!”.[6]
3. Alma sosegada (nafs mutma’inah) respecto al derecho de Dios:
El “nafs mutma’inah” es un grado que el ser humano llega a alcanzar después de purificarse, depurarse y adquirir la educación completa. En este grado los instintos rebeldes no ven en sí mismos el poder de luchar en contra del intelecto y la fe, ya que el intelecto y la fe se han vuelto tan poderosos que los instintos instigadores carecen de un gran poder ante ellos.
Esta es la jerarquía de los Profetas (a.s.), de los santos Divinos y de los verdaderos seguidores de estos. Aquellos que en la escuela de los santos de Dios aprendieron las lecciones de la fe y abstinencia, y durante años se dedicaron a purificar el alma haciendo llegar a la “gran lucha” (lucha en contra de la concupiscencia) a su más elevado grado.
El Corán a este grado lo explicó como “nafs mutma’inah”, y dice: “Oh, alma sosegada! ¡Regresa a tu Señor, satisfecha de Él y Él satisfecho de ti!”.[7]
Segunda introducción: Iblís y Satanás
1. Iblîs:
El propósito de Iblîs es el demonio especial de la misma materia que los genios, que como consecuencia de los largos años de adoración que realizó, llegó a alcanzar el grado de los ángeles, pero después de desobedecer lo ordenado por su Dios fue apartado de los demás y cayó de ese alto rango sagrado que ocupaba y corrompió.[8]
2. Shaîtan:
Shaîtân (demoño) se deriva de la raíz “shatana” que significa oposición y alejamiento. Y a cada criatura rebelde y desobediente la llaman “demonio”. Sea de los humanos, de los genios o de los animales.[9]
Al igual que en el Corán podemos ver: “Así es como dispusimos para cada Profeta enemigos, demonios de entre los hombres y los genios…”.[10]
Iblis por ser una criatura desobediente rebelde y destructora fue llamado diablo.
Tercera introducción: relación entre el alma instigadora y el diablo
El alma instigadora en realidad es una de las llaves de Satanás, es medio para influir y dominar sobre el ser humano, y es considerada como del ejército y soldado de Satanás.
Entonces la tentación por parte de Satanás como el diablo externo, y la incitación y el deseo por medio del alma instigadora como el diablo interno, arrastrarán al ser humano al grado del derrumbe.
Todos los esfuerzos del diablo se centran en descarriar el ser humano y no permitirle llegar a la verdad, y él juró a este respecto por el honor de Dios Sublime. Tal y como se encuentra en el Corán: “Dijo (Satanás): «Juro, pues, por Tu honor, que extraviaré a todos ellos…”.[11]
Satanás juró por el honor de Dios que extraviará a los humanos.[12] En el descarrío del ser humano adelanta paso a paso y lo coloca bajo los efectos de sus inspiraciones al grado que el propio humano se vuelve un demonio y a través de él los demás humanos son descarriados.
El ser humano que como consecuencia de las tentaciones de Satanás se rinde a las necesidades, requerimientos y deseos animales, se vio atrapado por el alma instigadora.
El Imâm ‘Alî (a.s.) dijo: “El alma instigadora al igual que una persona hipócrita, halaga al hombre mostrándose amigable para poder dominarlo e introducirlo al siguiente grado”.[13]
Satanás tienta a aquellos de débil fe y con ayuda de los deseos concupiscentes hace de sus almas su propio hogar, ya tan cerca contacta con sus manos y cuerpo, y pacta con ellos convirtiéndose en su compañero y amigo. Puesto que aquél que su alma se convirtió en el hogar de Satanás no sólo es anfitrión de Satanás sino que será también su ayudante.[14]
Respecto a este grupo el Imâm ‘Alî (a.s.) dijo: “Entonces Satanás ve con sus ojos y habla con sus lenguas”.[15]
Conclusión: Satanás y el alma instigadora, los dos, son enemigos del ser humano. Por ello el Corán considera a Satanás como el enemigo evidente del ser humano y recomienda a éste que lo considere su enemigo.[16]
Así también en las narraciones de los Inmaculados Imâmes (a.s.) el alma instigadora (caprichosa) ha sido considerada como enemigo, ahí donde el Profeta (s.a.w.) dijo: “El más enemigo que tienes entre los enemigos es tu propia alma instigadora”.[17] Indicando esta faceta del alma.
El secreto de explicar al alma como “el más enemigo entre los enemigos” es que se encuentra en el interior. El enemigo y ladrón externo no puede dañar sin ayuda de este enemigo y ladrón interno. Este enemigo interno es íntimo y conoce todos los lugares, utilizando esa misma información avisa a Satanás de los deseos de la persona.
Y por otra parte hace llegar el mensaje y la orden externa de Satanás a la maldad. Por ello el alma instigadora por sí misma es considerada parte del ejército (soldado) de Satanás. Al igual que muchos de sus atributos se encuentran en los atributos del ejército de Satanás.[18]
Entonces el alma instigadora considerando el campo e inclinación animal existente en el ser humano se ve afectada por las tentaciones del demonio y Satanás también paso a paso adelanta hasta llegar al grado en que el ser humano también es considerado miembro del partido de Satanás.[19]
[1]– Exegesis Nemunah, t.25, p.281.
[2]– Ÿawâdî Âmulî ‘Abdul.lah, El derecho y la obligación en el Islam, p.89.
[3]- Yūsuf [12:53].
[4]– Un grupo de exegetas consideraron que el propósito de esta frase era el Profeta José (a.s.) pero esta opinión fue rechazada por la mayoría de los exegetas. Exegesis Nemunah, t.9, pp.433-434.
[5]– Yūsuf [12:53].
[6]– Al-Qiyāma [75:2] –"وَ لا أُقْسِمُ بِالنَّفْسِ اللَّوَّامَةِ".
[7]– Al-Faŷr [89:27-28] –"یا أَیَّتُهَا النَّفْسُ الْمُطْمَئِنَّةُ ارْجِعِی إِلى رَبِّکِ راضِیَةً مَرْضِیَّةً فَادْخُلِی فِی عِبادِی وَ ادْخُلِی جَنَّتِی".
[8]– Al-Mizân, (trad.persa), t.8, p.26.
[9]– Al-Munÿad fi Al-Luqah; Exegesis Nemunah, t.1, p.192.
[10]– Al-An‘ām [6:112] – “وَ کَذلِکَ جَعَلْنا لِکُلِّ نَبِیٍّ عَدُوًّا شَیاطینَ الْإِنْسِ وَ الْجِنِّ”.
[11]– Şad [38:82-83] –"قالَ فَبِعِزَّتِکَ لَأُغْوِیَنَّهُمْ أَجْمَعینَ".
[12]– Ídem.
[13]– Ghurar Al-Hikam.
[14]– Ÿawâdî Âmulî ‘Abdul.lah, Los fundamentos de la moral en el Corán, p.115.
[15]– Nahÿul Balâgah, sermón 7 –فنظر بأعینهم ونطق بالسنتهم.
[16]– Al-Baqara [2:168] –"انه لکم عدو مبین” –“En verdad, él es para vosotros un enemigo declarado”.
[17]– Bihâr Al-Anwâr, t.67, p.64 – قال النبی (ص): «اعدی عدوک نفسک التی بین جنبیک».
[18]– Ÿawâdî Âmulî ‘Abdul.lah, Exegesis Tasnîm, t.8, p.516.
[19]– Al-Muŷādila [58:19] –“استحوذ علیهم الشیطان فانساهم ذکرالله، اولئک حزب الشیطان” –“Satanás les venció y les hizo olvidar el recuerdo de Dios. Ellos son el partido de Satanás”.