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El festejo de los cumpleaños no es una tradición islámica, ni tampoco en las enseñanzas islámicas se recomendó que la persona festeje el día de su cumpleaños. No queremos desaprobar esta nueva tradición, aunque no nos agradan las importaciones ciegas de las costumbres de otros, puesto que sostenemos que la creencia que las tradiciones debe tener raíces profundas en el conocimiento de la comunidad. Sin embargo después de la imposición de una costumbre así puede esforzarse en su perfección. Pueden realizarse cambios en esta tradición como que el festejo del nacimiento de una persona sea para agradecer y adorar a Dios por haberlo mantenido con vida hasta ese día que fue el día en que inicio su vida. Así también es una oportunidad para reflexionar en qué gastó su vida, y corregir el método y el sendero de lo que le resta de existencia. Para que recuerde a Dios y le solicite: “Dios mío haz que el futuro de mi vida sea mejor que el pasado, Toma en cuenta sólo los mejores de mis actos, y Haz que los mejores de mis días sean encontrarme contigo”.
Por lo tanto realizar una fiesta de cumpleaños para sí mismo o para sus hijos, si no va acompañada de prodigalidad ni en contra de la ley religiosa, tal y como tocar o escuchar música prohibida, bailar y otros, parece ser que no tiene inconveniente.
El festejo de los cumpleaños no es una tradición islámica, ni tampoco en las enseñanzas islámicas se recomendó que la persona festeje el día de su cumpleaños. Incluso honorar el cumpleaños de las grandes personalidades, aunque tiene efectos y bendiciones positivas, pero en la historia árabe y del oriente de nosotros no existió algo así. Dios Sublime en Su Libro Sagrado sólo habló respecto a dos nacimientos de Sus Profetas. Uno respecto a Moisés (a.s.) para evidenciar Su favor hacia él, y el respeto especial otorgado a él, el haberlo salvado del Faraón y hecho que fuese educado en el ámbito de la familia del Faraón:
"فَالْتَقَطَهُ آلُ فِرْعَوْنَ لِيَكُونَ لَهُمْ عَدُوًّا وَ حَزَناً..." –“Así pues, le encontró la gente del Faraón (en el agua), para que terminase siendo enemigo y motivo de preocupación para ellos…”.[1]
Segundo el nacimiento de Jesús (a.s.) como una de las manifestaciones del Poder de Dios. Pero Dios no habló respecto al nacimiento de Abraham (a.s.) ni tampoco del nacimiento de los demás Profetas, ya que para el ser humano no tiene valor el momento determinado de su nacimiento. Por ello en la ley religiosa del Islam no existe ninguna recomendación de que se estimule a la gente a festejar el cumpleaños del Profeta (s.a.w.) o de los Inmaculados Imames (a.s.) o de otros. Los musulmanes imitaron este asunto de otras culturas en las que festejan el nacimiento de su Profeta, tal y como los cristianos festejan todos los años el nacimiento de sus personajes, literatos y artesanos, e incluso el nacimiento de Jesús (a.s.) lo consideraron como el inicio de su calendario. Mientras que los musulmanes –en lugar del nacimiento– consideraron la emigración del su Profeta (s.a.w.) como el inicio de su calendario.
Claro está ante este asunto no nos encontramos en una posición negativa ya que no vemos daño en imitar este tipo de tradiciones y en festejar el cumpleaños de los grandes personajes, puesto que este acto familiariza a la gente con las enseñanzas, los esfuerzos, el mensaje y la moral de sus grandes hombres y líderes, y a través de esta celebración la une, y al recordar la presencia de estos grandes hombres brinda alegría a la comunidad y al pueblo, volviéndose el modelo en toda la vida de esta gente y durante todo el año. Por ello nosotros no concordamos con la opinión de algunos grupos islámicos que consideran innovación y prohibido el festejo del nacimiento del Profeta (s.a.w.), porque esto no es una “innovación” y que la gente está consciente que no existe un dictamen por parte del Legislador Sagrado respecto a este asunto, como para que sea considerada una tradición prohibida.[2] La costumbre de festejar el cumpleaños tiene resultados positivos, puesto que al crear unión entre las comunidades y sus grandes personajes religiosos, provoca que la gente viva con él y la conducta del festejado enriquezca el pensamiento, y su mensaje lo determinen como la base de su conducta y forma de vida. Dios tampoco prohibió lo innovado en las fiestas, en los momentos alegres ni en los métodos de vivir. Tampoco prohibió la realización de este tipo de costumbres, y actuar según estos hábitos es como utilizar las nuevas herramientas que todos nosotros nos beneficiamos de ellas durante la vida, sin tener inconveniente.
El asunto de festejar el cumpleaños para una persona es una forma de amistad y afecto en el cual la persona recuerda su llegada al mundo o su existencia durante un año. No queremos atacar a esta nueva tradición aunque no nos agradan las importaciones ciegas de las costumbres de otros, porque sostenemos que la creencia que las tradiciones debe tener raíces profundas en el conocimiento de la comunidad. Sin embargo después de la imposición de una costumbre así puede esforzarse en su perfección. Por ejemplo el cumpleaños de los hijos al mismo tiempo que es una oportunidad para agradecer a Dios Sublime de la bendición de su existencia y la continuación de su vida, así como una ocasión para agradecer a Dios en la forma que lo hizo el Imam Zaîn Al-‘Abidîn (a.s.) en el momento del acogimiento del día y la noche:
«و هذا يوم حادث جديد و هو علينا شاهد عتيد، ان احسنّا ودّعنا بحمد، و ان اسأنا فارقنا بذم» –“Este es el día que acaba de comenzar, y es un nuevo día que acaba de llegar. Es testigo de nuestros actos. Si hacemos el bien nos despide con elogios, y si hacemos el mal se aleja de nosotros con reproches”.[3]
Pueden realizarse cambios en esta tradición como que el festejo del nacimiento de una persona sea para agradecer y adorar a Dios por haberlo mantenido con vida hasta ese día que fue el día en que inicio su vida. Así también es una oportunidad para reflexionar en qué gastó su vida, y corregir el método y el sendero de lo que le resta de existencia. Para que recuerde a Dios y le solicite:
«اللّهم اجعل مستقبل امرى خيراً من ماضيه و خير اعمالى خواتيمها و خير ايامى يوم القاك فيه» –“Dios mío haz que el futuro de mi vida sea mejor que el pasado. Toma en cuenta sólo los mejores de mis actos, y Haz que los mejores de mis días sean encontrarme contigo”.[4]
Por lo tanto realizar una fiesta de cumpleaños para sí mismo o para sus hijos, si no va acompañada de prodigalidad ni en contra de la ley religiosa, tal y como tocar o escuchar música prohibida, bailar y otros, parece ser que no tiene inconveniente.
[1]– Al-Qişāş [28:8].
[2]– Para más información a este respecto recurrir a: “El festejo del cumpleaños del Profeta (s.a.w.) y de los Inmaculados Imames (a.s.) no es una innovación”, www.hawzha.net
[3]– Sahîfat Saÿadîah, p.6.
[4]– Tomado de sitio de Seyed Faslul.lah (con algunos cambios).