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El poder de la imaginación es una de las percepciones y un grado interno del alma del ser humano, así como una de sus jerarquías. El acto de este poder que es percibir la cara y forma parcial de los objetos sensibles y guardarlos en la mente, es llamado ‘imaginación’.
El alma humana puede colocar al poder de la imaginación como un espejo a disposición del intelecto para que pueda imaginar las verdades angelicales del Universo. Pero el sendero correcto de este acto, es la purificación del poder de la imaginación. Al igual que la imaginación es un poder que puede libremente crear figuras correctas y puras, puede también ser rebelde y ser el canal por el cual se introduce el Demonio, y con el tiempo conquistar el alma, haciéndola llegar a la oscuridad, y a través de su alma rebelde destruir el poder formativo de ella.
Aquí es cuando el poder formativo del poder de la imaginación, necesita ser purificado y controlado. Por ello se recomienda que para utilizar correctamente asuntos tales como alejarse de los deseos imposibles, deben primeramente tener en mente la realización del culto y la atención del alma en recordar a Dios e invocar Su nombre.
El poder de la imaginación[1] es una de las percepciones y grado interno del alma del ser humano, así como una de sus jerarquías.[2] El acto de este poder llamado ‘imaginación’[3] es percibir la cara y forma parcial de los objetos sensibles y guardarlos en la mente[4].
Esta forma, de representación material y/o mental de ese objeto externo es visible,[5] y después de la ocultación de ese objeto material externo (y la forma mental de éste), el poder de imaginación lo representa nuevamente para el alma humana. [6]
Explicado de otra manera, aquello que los cinco sentidos externos sienten, es considerado el poder de la imaginación de la memorización de las formas de esos objetos visibles, y un tipo de depósito para esas formas de objetos.[7] En realidad el alma humana a través del poder de la imaginación toma fotografías de las existencias en la naturaleza, y en el momento que lo demanda se presentan ante ella.
Entre los poderes externos e internos del alma del ser humano, el más libre y con más autoridad es el “poder de la imaginación”. Este poder, contrario a los poderes externos tales como la vista, el oído y… no está restringido a los límites y determinaciones de los asuntos sensibles. La imaginación tiene el poder de romper las fronteras y restricciones que el mundo material impone sobre lo sensible y volar a un espacio más allá del mundo material. El alma humana puede colocar al poder de la imaginación como un espejo a disposición del intelecto para que pueda imaginar las verdades angelicales del Universo, sin embargo el medio correcto de este acto, es la purificación del poder de la imaginación.
Al igual que la imaginación es un poder que puede libremente crear figuras correctas y puras, puede también ser rebelde y ser la puerta y el canal por el cual se introduce el demonio, y con el tiempo conquistar el alma, haciéndola llegar a la oscuridad, y a través de su alma rebelde destruir el poder formativo de él. Por ello el Generoso Corán dice: “¡Oh, creyentes! ¡No sigáis la senda extraviada de Satanás! Y quien siga la senda extraviada de Satanás ha de saber que, en verdad, él ordena los actos indecentes y lo que está mal”.[8]
Aquí es cuando el poder formativo del poder de la imaginación, necesita ser purificado y controlado; puesto que mientras que no nos libremos de las imaginaciones incontroladas, nuestra alma no se volverá recipiente de los conocimientos Divinos..
Por ello se recomiendan las siguientes órdenes para el uso adecuado del poder de la imaginación y alejamiento de las imaginaciones ciegas y diabólicas:
1. Estudiar libros útiles (en especial libros espirituales, la biografía de los Profetas y de los santos Divinos).
2. Concentrar el corazón en Dios, y recordar que se encuentra ante el Señor de todos los señores, ante el Creador y Administrador General. Esto se obtiene a través de la práctica.
3. Alejarse de los deseos imposibles.[9]
4. Realizar culto tale y como la oración, recordar e invocar a Dios, letanías y relación amorosa con Dios, y…; puesto que el culto hace que los poderes externos e internos sigan al “alma humana y Divina” y así el ser humano a través del poder de la imaginación realice figuras correctas y puras.[10]
Índices relacionados:
“Apartar los malos pensamientos y los malos recuerdos”, preg.no.3525 (pág.web 3755).
“El mundo imaginario desde el punto de vista de Avicena, Shaij Ishrâq y Maula Sadra”, preg.no.5338 (pág.web 5893).
“Alejamiento de los pensamientos e imaginaciones pasionales”, preg.no.6819 (pág.web 6906).
[1]– Husaynî Aredikânî Ahmad Ibn Muhammad, Ma’rât Al-Ikwân, p.459; Hasan Zâdeh Âmulî Hasan, Nusûs Al-Hikam bar Fusûs Al-Hikam, p.273.
[2]– Gafârî Sayyid Muhammad Jâlid, Enciclopedia terminológica, obra del Shaij Ishrâq, pp.290-291; Ma’rât Al-Ikwân, p.456; ‘Abdul Razâq Kâshânî, Kamâl Al-Din, Colección de Risâ’il wa Musnafât Kâshânî, p.295; Hasan Zâdeh Âmâlî Hasan, Itihâd ‘Âqil bi Ma’qûl, p.427.
[3]– Hasan Zâdeh Âmâlî Hasan, Lecciones del conocimiento del alma, p.197.
[4]– Tûsî Jâÿah Nasîr Al-Dîn, El comienzo y el fin, p.57.
[5]– Salîbâ Ÿamîl, Al-Mu’aÿim Al-Falsafî, t.1, p.546.
[6]– Ma’rât Al-Ikwân, p.459.
[7]– Ídem, pp.459-462; Colección de Risâ’il wa Musnafât Kâshânî, p.295; Al-Mu’aÿim Al-Falsafî, t.1, p.546.
[8]– An-Nūr [24:21].
[9]– Hasan Zâdeh Âmâlî Hasan, Risâlâh Nûr ‘Alâ Nûr dar Dhikr, wa Dhâkir wa Madhkûr, p.153.
[10]– Ídem, p.152.