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¿Por qué causa tiene superioridad? ¿Acaso realizó algún servicio para la humanidad o sólo su culto y abstinencia fueron superiores a los de las demás mujeres? La historia del Profeta Jesús (a.s.) muestra también este asunto que los Profetas de Dios fueron determinados desde antes. Que ellos no realizaron ningún esfuerzo para llegar a esos buenos atributos, de lo contrario el niño que pretende la profecía estando en la cuna, ¿cuándo pudo formarse a sí mismo?
En el Generoso Corán y las narraciones encontramos que María hija de Imrân nació en el seno de una familia necesitada que desde el aspecto económico no tenía la capacidad para mantenerse (puesto que su padre había fallecido antes de que María naciese), por ello Zacarías (esposo de la tía materna de María) había asumido su tutela.
La vida de esta gran dama fue siempre acompañada de dificultades, molestias y privaciones; ya que por la promesa que su madre hizo, desde muy niña servía en el templo en donde a esta pequeña niña le daban quehaceres mayores a sus capacidades, los cuales aceptaba de todo corazón sin quejarse lo más mínimo. Así también soportaba las palabras irónicas y las calumnias por parte de los tendenciosos e incrédulos, y estaba totalmente satisfecha con Dios. Dios por ese grado de paciencia, satisfacción y obediencia pura la hizo alcanzar ese rango.
El que el Profeta Jesús (a.s.) haya hablado en la cuna, aunque muestra su elevado rango, pero fue para defender la castidad y pureza de su madre.
Y puesto que Dios Sublime estaba enterado del mérito y la autoformación del Profeta Jesús (a.s.), como recompensa Le otorgó estas concesiones antes del acto, así como el grado de inmunidad, colocándolo en un rango así.
Para evidenciar la respuesta de esta pregunta, primero repasamos la vida de la Virgen María (s.):
De la historia y de las narraciones islámicas y dichos de los exegetas se deduce que “Hannah” (Ana) e “Ishîâ’” (Isabel) fueron dos hermanas que la primera se casó con Imrân (Joaquín) una de las sobresalientes personalidades de los Bani Israel, y la segunda fue elegida como esposa por Zacarías, el Profeta de Dios.
Transcurrieron los años, pero la esposa de Imrân no tuvo hijos. Un día que Hannah se encontraba sentada bajo un árbol, vio un ave que alimentaba a sus polluelos. Ver esta escena despertó su amor maternal haciéndola desear un hijo, y con todo su corazón pidió a Dios que se lo diera. No transcurrió mucho tiempo, que esta súplica sincera fue aceptada y quedó embarazada.
De algunas narraciones se deduce que Dios había revelado a Imrân que le daría un hijo lleno de bendiciones que podría curar a los enfermos incurables y por orden de Dios reviviría a los muertos, el cual sería enviado a los hijos de Israel como Profeta.
El comunicó este asunto a su esposa y cuando ella quedó embarazada supuso que el hijo mencionado era ese mismo que llevaba en sus entrañas, ignorando que la que se encontraba en su seno era María (que sería la madre de ese hijo) y por ello prometió ofrecer a su hijo como servidor de la Casa Sagrada, pero cuando nació advirtió que había tenido una niña. En ese momento se preocupó por lo que haría en esta situación; puesto que los servidores de la Casa Sagrada eran elegidos de entre los varones y no existían antecedentes que alguna niña hubiese sido elegida para ese puesto.
Algunos dijeron: “El procedimiento de la esposa de Imrân de haber hecho una ofrenda, es causa de que Imrân había fallecido cuando Hannah se encontraba embarazada, de lo contrario era imposible que ella por sí misma hubiese hecho tal ofrenda”.[1]
De las aleyas coránicas y de aquello que se deduce de las narraciones se evidencia perfectamente que María hija de Imrân nació en el seno de una familia necesitada que desde el aspecto económico no tenía la capacidad para mantenerse (puesto que su padre había fallecido antes de que María naciese), por ello Zacarías (esposo de la tía materna de María) había asumido su tutela.[2]
Considerando lo mencionado la vida de esta gran dama fue siempre acompañada de dificultades, molestias y privaciones; puesto que según la promesa de su madre desde su infancia servía en el templo en donde a esta pequeña niña le daban quehaceres mayores a sus capacidades, y esta honorable aceptaba con todo corazón todas estas dificultades sin quejarse lo más mínimo. Así también soportaba las palabras irónicas y las calumnias por parte de los tendenciosos e incrédulos, y estaba totalmente satisfecha con Dios. Dios por ese grado de paciencia, satisfacción y obediencia pura la hizo alcanzar ese rango, y respecto a esto dijo: “Y [recuerda] cuando los ángeles dijeron: «¡Oh María! En verdad, Dios te ha escogido y purificado y te ha elegido entre todas las mujeres».”[3]
En efecto como consecuencia de estos esfuerzos sinceros Dios la hizo superior a las mujeres de su época, puesto que Dios es agradecimiento, y los buenos actos y las sinceras invocaciones de Sus siervos no las deja sin respuesta. El Generoso Corán a este respecto dice: “Y quien haga el bien voluntariamente, sepa que, ciertamente, Dios es agradecido, sabio”.[4] La educación de un grandioso Profeta legislador y dotado de autoridad para guiar y orientar a la gente hacia Dios, y así también la vida pura y saludable de la Virgen María que es uno de los mejores patrones para educar a las mujeres y a las madres en cualquier época que sea, es uno de los más grandes servicios de esta mujer al mundo humano que no puede compararse con ningún otro servicio; puesto que es evidente que el servicio más elevado a la humanidad es la educación del ser humano. Si alguien logra educar perfectamente y entregar, aunque sea a un hombre, a la sociedad humana, realizó un gran servicio, que puede decirse que una madre eduque a un profeta de elevado rango, que sea el origen de la guía de millones de humanos. ¿Acaso puede imaginarse algo mayor a este servicio?
En base a esto, ¿acaso esta gran y valiosa anunciación se encuentra sólo bajo la sombra de la piedad, abstinencia, fe, culto y molestias abrumadoras de la Virgen María? Esta aleya es testigo que María fue la personalidad femenina más elevada de su época. En el asunto que debemos concentrarnos es que Dios Sublime premia a quien tenga una conducta pura, aunque sea poca. Explicado de otra manera, ante Dios Sabio y Clemente la calidad tiene importancia no la cantidad.
Pero el que el Profeta Jesús (a.s.) haya hablado estando aun en la cuna los primeros días después de su nacimiento aunque muestra el elevado rango de este generoso, pero este gran milagro Divino fue para proteger la castidad y pureza de su madre, que cobardemente fue el blanco de injustas injurias (fornicación), y los enemigos utilizando las indicaciones y los testigos existentes (como el nacimiento de Jesús, y el que María no tenía esposo) encontraron una oportunidad para transgredir la personalidad de esta sierva inmaculada. En caso de que triunfaran en esa tarea, la profecía del Jesús (a.s.) también sería dudosa. Lo único que destruyó el alma de los mentirosos y de los divulgadores, fue este gran milagro. Al igual que Dios Sublime en el suceso de la acusación de Zuleikha (esposa de Potifar) al Profeta José (a.s.) con el milagro similar cuando un infante, habló y atestiguó la castidad José (a.s.) y comprobó la puridad de él ante la gente de su época.
La mejor razón que muestra el mérito y la autoformación del Profeta Jesús (a.s.) para ocupar el rango de la Profecía, es la guía y el gobernar en forma compasiva, la educación de los seres humanos a través de sus palabras y conducta, y…, y de ahí que Dios Sublime conocía este asunto como recompensa Le otorgó antes del acto estas concesiones, así como el grado de inmunidad, colocándolo en un rango así.
[1]– Makârim Shîrâzî Nâsir, Exegesis Nemuna, t.2, p.523.
[2]– Āle ‘Imrān 3:35-37: “[Recuerda] cuando dijo la mujer de Imran: «¡Señor mío! En verdad, he hecho voto de consagrar a Ti lo que llevo en mi seno ¡Acéptamelo! En verdad, Tú eres Quien todo lo oye, Quien todo lo sabe.» Y cuando dio a luz una niña, dijo: «¡Señor, he dado a luz una hembra!» Pero Dios sabía mejor que ella lo que había dado a luz y [que] una hembra no es lo mismo que un varón. «En verdad, la he llamado María y he puesto a ella y a su descendencia bajo Tu protección de Satanás maldecido y lapidado.» Su Señor la aceptó complacido, la hizo crecer bien y la puso bajo la tutela de Zacarías. Siempre que Zacarías entraba a visitarla a su oratorio, encontraba junto a ella provisiones. Decía: «Oh María ¿De dónde te viene esto?» Ella decía: «De Dios.» En verdad, Dios provee sin medida a quien Él quiere.”.
"إذْ قَالَتِ امْرَأَتُ عِمْرَانَ رَبِّ إِنىِّ نَذَرْتُ لَکَ مَا فىِ بَطْنىِ مُحَرَّرًا فَتَقَبَّلْ مِنىِّ إِنَّکَ أَنتَ السَّمِیعُ الْعَلِیمُ(35)فَلَمَّا وَضَعَتهَْا قَالَتْ رَبِّ إِنىِّ وَضَعْتهَُا أُنثىَ وَ اللَّهُ أَعْلَمُ بِمَا وَضَعَتْ وَ لَیْسَ الذَّکَرُ کاَلْأُنثىَ وَ إِنىِّ سَمَّیْتهَُا مَرْیَمَ وَ إِنىِّ أُعِیذُهَا بِکَ وَ ذُرِّیَّتَهَا مِنَ الشَّیْطَانِ الرَّجِیمِ(36)فَتَقَبَّلَهَا رَبُّهَا بِقَبُولٍ حَسَنٍ وَ أَنبَتَهَا نَبَاتًا حَسَنًا وَ کَفَّلَهَا زَکَرِیَّا کلَُّمَا دَخَلَ عَلَیْهَا زَکَرِیَّا الْمِحْرَابَ وَجَدَ عِندَهَا رِزْقًا قَالَ یَامَرْیَمُ أَنىَ لَکِ هَاذَا قَالَتْ هُوَ مِنْ عِندِ اللَّهِ إِنَّ اللَّهَ یَرْزُقُ مَن یَشَاءُ بِغَیرِْ حِسَابٍ".
[3]– Āle ‘Imrān 3:42. “وَ إِذْ قالَتِ الْمَلائِکَةُ یا مَرْیَمُ إِنَّ اللَّهَ اصْطَفاکِ وَ طَهَّرَکِ وَ اصْطَفاکِ عَلى نِساءِ الْعالَمین”.
[4]– Al-Baqara 2:158. “وَ مَنْ تَطَوَّعَ خَیْراً فَإِنَّ اللَّهَ شاکِرٌ عَلیم”—“Y quien haga el bien voluntariamente, sepa que, ciertamente, Dios es agradecido, sabio”.