En la obra Bihâr Al-Anwâr existe una narración con este contenido:

"بِإِسْنَادِ التَّمِیمِیِّ عَنِ الرِّضَا عَنْ آبَائِهِ ع قَالَ قَالَ النَّبِیُّ ص إِنَّ فَاطِمَةَ أَحْصَنَتْ فَرْجَهَا فَحَرَّمَ اللَّهُ ذُرِّیَّتَهَا عَلَى النَّار"

El Profeta (s.a.w.) dijo: “Dios por respeto a la pureza de Fátima (s.) prohibió el fuego del Infierno a sus hijos”.[1]

En la obra ‘Uîûn Al-Ajbâr Al-Ridâ que es la fuente del Bihâr Al-Anwâr fue registrada esta narración en esta misma forma.[2]

Numerosas fuentes e innumerables narradores tanto shías como sunitas que transmitieron esta narración dieron opiniones e hicieron preguntas con relación a ésta[3], que esto mismo en una forma es muestra de la emisión genuina de esta narración.

Uno de los autores de la escuela suní en el siglo X d.H.L., después de mencionar esta narración anunció que una conclusión correcta es que el documento que respalda esta narración es relativamente fiable, y tal y como lo mencioné en otro libro en forma detallada, es una equivocación la teoría de que es falsa.[4]

Pero aquello que se debate y discute con relación a estas narraciones es que ¿hasta dónde llega el alcance de los incluidos y la expansión de esta narración? ¿Acaso deberá ser considerada limitada a personas especiales, o incluye a todos los descendientes de esta honorable?

Lo que se entiende de las narraciones shías parece ser que algunos de los descendientes (sâdât) de Fátima (s.) consideraban a esta narración como la luz verde por parte de Dios, que todas sus equivocaciones serían perdonadas y ningún castigo los apresaría.

Los Inmaculados Imames (a.s.) se enfrentaron ante tal opinión y anunciaron que una narración así no debería ser causa de abuso por algunos atribuidos a la familia del Profeta. A continuación indicamos algunas de estas narraciones:

1. Hasan Ibn Mûsâ narró que estando en Jorasán (Irán) en compañía del Imam Rida (a.s.) y su hermano Zaîd Ibn Mûsâ que se encontraba en la reunión había juntado a un grupo y se jactaba ante ellos ¡que nosotros quienes somos y qué somos!

Estas palabras llegaron a los oídos del Imam Ridâ (a.s.) que se encontraba platicando con otro grupo. Se volteó hacia su hermano y dijo: “¿Acaso esta narración que el fuego del Infierno está prohibido para los descendientes de Fátima Zahra (a.s.) como respeto por la pureza de ella te ha hecho sentir orgullo de ti mismo? Juro por Dios que esta narración solo incluye al Imam Hasan (a.s.), al Imam Husayn (a.s.) y demás hijos nacidos de ella. ¿Acaso es justo que nuestro padre Mûsâ Ibn Ÿa’far (a.s.) obedezca a Dios, pase los días ayunando y las noches suplicando, y tú peques y desobedezcas, y luego ustedes dos el día de la Resurrección ¡se encuentren en un mismo grado?! En este caso tú eres más honorable que él ante Dios (puesto que a pesar de que pecaste llegaste a ese mismo grado que él llegó a través del obedecimiento).

(Nuestro ancestro) el Imam Saÿÿâd (a.s.) a este respecto dijo que los benefactores entre los sâdât (descendientes del Profeta s.a.w.) reciben el doble que los demás de recompensa, y los malhechores de entre ellos también serán castigados el doble”.[5]

Similar a esta narración con otra explicación puede encontrarse en las demás fuentes.[6]

2. Hamâd Ibn ‘Uzmân transmite que preguntó al sexto de los Inmaculados Imames (a.s.) la interpretación de la narración profética respecto a la salvación de los hijos de Fátima (s.) de las llamas del Infierno. El dijo que el propósito de esta narración son sus hijos (nacidos de ella), es decir Hasan, Husayn, Zaynab y ‘Umm Kulzum.[7]

3. Una persona preguntó al Imam Sâdiq (a.s.) que si este hadîz es un salvoconducto para todos los descendientes de Banî Fâtimah. El dijo: “¿Acaso eres un ignorante? En verdad que el propósito de esta narración son sólo Hasan y Husayn que son parte de la familia de los Inmaculados de Ahl-Bayt, pero fuera de ellos habrá que saber que si la mala conducta de una persona hace descender su grado y rango, estar relacionado con los abstinentes no incrementará su rango”.[8]

Claro está existe otra narración que puede deducirse algo contrario a lo mencionado[9], pero tomado en cuenta los fundamentos y las normas islámicas y coránicas, aunque puede considerarse a un grupo especial como poseedor de mayores preferencias, sin embargo la libertad de acción absoluta de ellos en la realización de malos actos y la inmunidad completa de cualquier castigo, no armonizan con las enseñanzas religiosas. Entonces la salvación de los hijos de Fátima Zahra (s.) se deriva de la perspicacia que les fue otorgada como recompensa de la pureza de su madre, y como resultado de esto, estos generosos con su propia autoridad y libertad se alejaron del pecado y de la desobediencia.