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En un suceso similar al de Karbala, que estuvo colmado de ofrecimiento y resplandor de las perfecciones humanas, no registraron detalles respecto a algunas personalidades que posiblemente contaban con corta edad. La vida de la honorable Ruqaîah se encontraba bajo la sombra de rayos luminosos, tales como su padre, su tío, sus primos honorables y otros. Por ello en las obras históricas no fue registrado el nombre de la niña llamada Ruqaîah, como hija pequeña del Imam Husaîn (a.s.). En algunos libros donde se han registrado las matanzas, se encuentran palabras del Imam Husaîn (a.s.) que dicen:
"یا اُختَاه، یا اُم کُلثُوم وَ اَنتِ یا زَینَب وَ اَنتِ یا رُقَیّه وَ اَنتِ یا فاطِمَه و اَنتِ یا رُباب! اُنظُرنَ اِذا أنَا قُتِلتُ فَلا تَشقَقنَ عَلَیَّ جَیباً وَ لا تَخمُشنَ عَلَیَّ وَجهاً وَ لا تَقُلنَ عَلیَّ هِجراً"
“¡Hermana, Umm Kulzûm! y tú ¡oh. Zaînab!, ¡oh, Ruqaîah, Fatimah y Rubâb! Recordad mis palabras, (y recordad que) cuando sea asesinado no desgarren los cuellos (de sus vestidos) y no rasguñen sus rostros, y no digan palabras injustas”.[1]-[2]
Considerando la forma de hablar y el significado de las palabras que dicen: “Cuando sea matado no desgarren los cuellos (de sus vestidos) y no se rasguñen sus rostros”, es imposible que el Imam (a.s.) hable así a una niña de 3 ó 4 años.
En otras palabras registradas del Imam Husaîn (a.s.), este honorable dijo así:
"اَلا یا زِینَب، یا سُکَینَة! یا وَلَدی! مَن ذَا یَکُونُ لَکُم بَعدِی؟ اَلا یا رُقَیَّه وَ یا اُمِّ کُلثُومِ! اَنتم وَدِیعَةُ رَبِّی، اَلیَومَ قَد قَرَبَ الوَعدُ"
“¡Oh, Zaînab, oh, Zakinah! ¡Oh, hijos míos! ¿Quién quedará para ustedes después de mí? ¡Oh, Ruqaîah y oh, Umm Kulzum! Vosotras fueron un depósito de Dios ante mí. ¡Ha llegado el momento de mi cita!”.[3]
Considerando la forma de la frase y de su contenido es posible que el propósito del Imam (a.s.) fuese Ruqaîah su hija de 3 años.
Por otra parte la fuente más antigua en la que es mencionado el nombre de la hija de 3 o 4 años del Imam Husaîn (a.s.) es la obra “Kâmil Bahâî” escrito por ‘Imâd Al-Dîn Tabarî. En esta obra dice que el Imam (a.s.) tenía una hija de 4 años y preguntaba mucho por su padre. Una noche soñó que estaba sentada junto a él, cuando se despertó preguntó: “¿Dónde está mi padre ¡que no aguanto más!?” Le preguntaron: “¿Qué soñaste?” –“Vi que estaba sentada junto a él y me abrazaba”. Cuando Yazîd escuchó esto dijo: “Id y mostradle la cabeza de su padre”. Cuando quitaron la tela de sobre el palé donde se encontraba la cabeza, suspiró y murió.[4]
No obstante, los sabios considerando algunas de las indicaciones aceptan que el Imam Husaîn (a.s.) tuvo una hija con ese nombre. En la obra “La personalidad del Imam Husaîn (a.s.)” el autor preguntó al famoso historiador contemporáneo el difunto Aîatul.lah Mar’ashî Naÿafî a este respecto, a lo que respondió: “Aunque no existe un documento fable acerca de a la existencia de esa hija, pero con la presencia de toda esa fama no puede negarse”.[5]
La revista mensual internacional “Zâ’ir” (El Peregrino) del Instituto Cultural Quds Razawi, en el número 135, de marzo de 2006, relata un suceso interesante respecto a la tumba de la honorable Ruqaîah (s.). A continuación reproducimos este relato con algunos cambios. Dice así:
El Aîatul.lah Mîrzâ Hâshim Jurasânî relató que el honorable erudito Shaî Muhammad ‘Alî Shâmî, uno de los sabios y estudiantes de Najaf me dijo: “Mi abuelo materno, el Seîed Ibrâhîm Damishqî que vivió más de 90 años y su ascendencia llegaba al Seîed Murtidâ, tuvo sólo 3 hijas. Una noche su hija mayor vio en sueño a la honorable Ruqaîah que le decía: “¡Di a tu padre que comunique al gobernador de la ciudad que mi tumba se inundó y necesita ser reparada!” La niña relató su sueño pero el padre por temor no lo comunicó (puesto que el gobierno se encontraba en manos de los sunitas). Este sueño lo vio durante tres noches seguidas, pero el padre no daba importancia, hasta que la cuarta noche el padre soñó que la honorable Ruqaîah (s.) molesta le dijo: “¿Por qué no avisas al gobernador de la ciudad para que repare la tumba?”. Seîed al día siguiente se presentó ante el gobernador de la ciudad y le relató los sueños vistos. El gobernador reunió a los grandes personajes de las Escuelas Sunitas y Shía y a todos pidió que al día siguiente realizasen el baño completo y se reunieran para abrir el candado del santuario. El propuso que aquél que abriese el candado cavaría la tumba y sacaría el cuerpo sagrado para reparar el lugar. El único que pudo abrir el candado fue el Seîed Ibrâhîm. En efecto la tumba estaba anegada. El Seîed Ibrâhîm colocó durante tres días el cuerpo sobre su regazo, lloraba y sollozaba. Cuando era el tiempo de la oración colocaba el cuerpo sobre una tela limpia y después de rezar nuevamente lo volvía a tomar. En esos días que duró la reparación el Seîed no necesitó de comer ni beber, e incluso no sintió necesidad de dormir. Después de transcurridos tres días colocó el cuerpo en la tumba preparada. El año 1944 d.C. la tumba de esta honorable fue reparada por Hayy Mirzâ ‘Alî Asgar Atâbak Amîn Al-Sultân, primer ministro de Irán, el año de 1985 d.C. comenzó la nueva construcción del santuario a través del Dr. Muhammad Al-Jatib, ministro del Ministerio de las Oficinas de Donaciones de Siria, y el año de 1998 fueron terminadas todas las composturas. Todo el material para las composturas y los adornos fueron enviados desde Irán a Damasco, y las reparaciones fueron hechas por los artistas persas.
[1]– Ibn Tâwûs Abû Al-Qâsim Abû Al-Hasan Ibn Sa’d Al-Dîn, Al-Luhûf ‘alâ qatli Al-Tafûf, p.141; I’lâm Al-Warâ’, p.236.
[2]– Extraído de: Investigación de los puntos de vista históricos respecto a la honorable Ruqaîah (s.).
[3]– Grupo de escritores, Musawa’ah Kalamât Al-Imam Al-Husaîn (a.s.), p.511.
[4]– Tabarî ‘Imâd Al-Dîn, Kâmil Bahâî, t.2, p.179; Ÿawâd Muhadizî, en La cultura de ‘Ashûrah, p.200, este asunto es transmitido de la obra Muntahâ Al-Amâl, del Shaij ‘Abbâs Qumî, p.437. Parecido a este asunto está registrado en la obra Târij Alfâ, p.861; Ma’âlî Al-Sibtaîn, t.2, p.127, dice que el nombre de esta niña fue Ruqaîah.
[5]– La personalidad de Husaîn (a.s.), p.615.