Lo que es cierto, es que para conocer las verdades del mundo de la creación existen diversas herramientas y métodos entre los sabios y los diferentes grupos. El entendimiento y la deducción aparente de las aleyas y narraciones, o explicado de otra manera, el trasmitir las narraciones es considerado uno de estos métodos. Junto a este método los sabios, según la proporción de su inclinación intelectual, se beneficiaron de las herramientas del conocimiento de otras personas, que entre éstas pueden indicarse los métodos racionales, filosóficos y gnósticos. Sin duda cada uno de los sabios en la utilización e interpretación de las narraciones se encuentran influenciados por este tipo de opiniones. Bajo este significado que las opiniones cosmológica de los filósofos, teólogos, místicos y cronistas de hadices, siempre tuvieron entre sí diferencias fundamentales. La causa de estas diferencias, tal y como se dijo, fue la herramienta y el método para reconocer utilizado por parte de ellos. Por ello en la explicación e interpretación del asunto de la creación se encuentran diversos dichos. Algunos de estos son por ejemplo, mencionar los diez intelectos y su intervención en la creación del Universo por parte de algunos filósofos, así también el punto de vista explicativo de algunos transmisores de hadices. Por lo tanto en forma seria deberá ponerse atención en este asunto de cómo enfrentar la cuestión de de la creación los ángeles.

Además de aquello que fue mencionado, muchas veces se ha dicho que no existe una razón para la veracidad de todas las narraciones existentes en las obras narrativas shías y/o sunís. Sino que obtener la verdad o falsedad de las narraciones por parte de los sabios será posible utilizando la ciencia de la evaluación bibliográfica. Por ello los sabios de las dos Escuelas han clasificado en diversos grupos las narraciones en base a esta forma de análisis, hasta el grado en que los sunitas han recopilado narraciones en algunas de sus enciclopedias de hadices y a estas obras las llamaron Sahâh (veraces).

Entre las fuentes sunitas y shías se encuentran narraciones que indican la existencia de la luz del Profeta (s.a.w.) antes de la creación de las criaturas.[1] En las fuentes de la Escuela Sunita se han mencionado narraciones del Mensajero de Dios (s.a.w.) que hablan de la creación del primer califa a través de la luz del Profeta (s.a.w.) y la creación del segundo califa y de ‘Aîshah a través de la luz de Abu Bakr y otros.[2] Así también en las fuentes de la Escuela Shía encontramos narraciones que en ocasiones consideran que los ángeles fueron creados de la luz del Profeta (s.a.w.) y de la luz los Inmaculados Imames (a.s.), y en ocasiones de otras diversas luces. Este tipo de narraciones que son conocidas como las tradiciones de disposición natural no pueden negarse en forma general, sino que habrá que analizarlas con precisión.

Claro está para familiarizarse con las creencias auténticas de los sabios shías en los diversos campos, es digno recurrir a las obras compiladas en este asunto.[3] De acuerdo con la narración o las narraciones de las fuentes shías, y considerándos como parte de las creencias de todos los shías, no está exento de error, puesto que entre los libros de la Escuela Shía también existen narraciones que su veracidad, por diversas causas, no ha sido aceptada por los eruditos. Además de ello existen algunas narraciones transmitidas por una sola persona que según la opinión de la mayoría de los sabios estas narraciones no pueden establecer el fundamento de una creencia correcta. La existencia de una o varias narraciones mencionadas por medio de un transmisor especial respecto a la creación de los ángeles de la luz de los Inmaculados Imames (a.s.), o la creación del primer califa de la luz del Profeta (s.a.w.) que otras narraciones la ponen en duda, la creencia de todos los sabios shías o sunitas a este respecto no comprueban este asunto. Aunque una opinión así mientras no se oponga con los fundamentos ciertos de la religión, tales como muchos otros de los entendimientos y los diversos dichos de las escuelas islámicas, respecto a los atributos de Dios, la resurrección corporal, espiritual y otras, no causan daños en la religión de las personas.

A continuación hablaremos respecto a los ángeles que lloran por el Imam Husaîn (a.s.) y así también su descenso para visitar la tumba de este honorable. Antes de tratar este tema debemos aclarar algunos puntos.

1. En las narraciones shías y sunís se ha mencionado el asunto del llorar y la muestra de alegría de los ángeles por personas especiales. Nosotros debatiremos respecto a estas narraciones sin tomar en cuenta el asunto de en qué forma sucede[4] –acaso ellos también como los seres humanos se ven afectados por transformaciones espirituales; es decir al ver o escuchar los sucesos desagradables o placenteros entristecen o se alegran. Este asunto (el llorar de los ángeles) fue mencionado en la literatura anterior al Islam también en forma de llorar el cielo o la tierra, o la obstrucción del sol o el gemir del viento por personas importantes que se van de este mundo, que el Generoso Corán también indicó.[5] Analizando e interpretando la generosa aleya llegaremos a este punto que según la opinión de algunos exegetas, el llorar de la tierra y el cielo es bajo el significado de “el llorar de la gente que vive en la tierra y el llorar de los ángeles que se encuentran en los cielos”.

Pero en el Islam, en las narraciones de las Escuelas Suní y Shía, se ha mencionado directamente el asunto de llorar, y también de estar alegre el cielo y la tierra y los ángeles por personas especiales.

Para evidenciar aún más esta cuestión mencionamos las narraciones correspondientes a este asunto de las dos escuelas indicadas.

Las narraciones de las fuentes de la Escuela Sunita:

1. En algunas narraciones leemos que el gran Profeta (s.a.w.) dijo: “Ningún creyente morirá en el exilio –mientras que no tenga nadie que le llore– a menos que el cielo y la tierra lloren por él”.[6] En otra narración bajo ese mismo significado en lugar de “cielo y tierra” dice “ángeles”.[7]

2. ٍEn otra narración se ha indicado el llorar de las criaturas por el Profeta Adán (a.s.), en esta forma que cuando falleció todas las criaturas lloraron por él durante siete días.[8]

3. Así también en una frase del gran Profeta (s.a.w.) cuando habló con un joven que como consecuencia del culto realizado se había transformado y su estado trastornado, indicó el llorar de los ángeles como resultado del llorar de ese joven. El gran Profeta (s.a.w.) después de hablar con éste dijo: “En verdad que los ángeles del Cielo lloran por tu llorar”.[9]

4. Una de las narraciones importantes a este tema son las palabras del Mensajero de Dios respecto a los muÿahidân (los belicosos de la lucha santa). El Profeta (s.a.w.) en esta narración dijo: “Cuando sus familias se despiden de ellos (muÿahidân) las paredes de sus casas lloran por ellos”. [10]

5. En la obra de exégesis de Qurtubî, en la interpretación de la honorable aleya: فَما بَکَتْ عَلَیْهِمُ السَّماءُ –“Ni el cielo ni la tierra les lloraron”, el propósito del llorar del cielo y la tierra es el llorar de los ángeles que se encuentran en el cielo y la tierra. Luego menciona una narración del gran Profeta (s.a.w.) que dijo: “No hay ningún creyente a menos que en el Paraíso se hayan destinado dos puertas para él; por una de ellas desciende su sustento y por la otra entran sus palabras y sus actos. Cuando ocurre su muerte y su inexistencia lloran por él”. A continuación transmite del autor Muÿâhid, el registró que los cielos y la tierra lloran por el creyente durante 40 días.

Abû Yahyâ dijo: “¡Me sorprenden sus palabras!” Muÿâhid dijo: “¿Te sorprenden? ¿Por qué la tierra no llore por aquel que a través de sus inclinaciones la pobló? Y ¿por qué el cielo no llore por el sirvo que la melodía de sus oraciones y de sus takbîr (decir Al.lahu Akbar) en éste fueron como el resonar de un grupo de abejas?”[11]

Pero respecto a la alegría de los ángeles por personas especiales existen también narraciones. Por ejemplo la alegría de los ángeles cuando nació el primer califa[12], así también la alegría de estos cuando el segundo califa aceptó el Islam[13], o la alegría de estos y la alegría del impíreo por el alma de Sa’d Ibn Mu’âdh.[14]

El descenso de los ángeles compone también parte de nuestro debate. Para evitar que nuestras palabras se alarguen indicamos en forma sucinta algunos ejemplos.

La presencia de los ángeles para ayudar a los musulmanes en la Batalla de Badr[15], o su descenso para dar el baño completo a Handzalah (joven martirizado en el campo de batalla), así también la presencia de estos en el funeral de Sa’d Ibn Mu’âdh para transportar su cuerpo, son algunos de estos ejemplos.[16]

Más importante de lo dicho hasta aquí es la narración respecto al llorar de los cielos por el Imam Husaîn (a.s.) que muchas de las fuentes de las Escuela Suní lo han registrado con insignificantes diferencias que no alteran su significado. Claro está estas narraciones y algunas otras narraciones mencionadas de los Inmaculados Imames (a.s.) y del gran Profeta del Islam (s.a.w.) se encuentran registradas en las fuentes de la Escuela Shía. Estas narraciones en las fuentes de la Escuela Suní fueron transmitidas por personas tales como Suddi, Qurrata Ibn Jâlid, Muÿâhid y otros, de la siguiente manera: “Cuando Husaîn Ibn ‘Alî (a.s.) fue martirizado, el cielo lloró por él, y su llorar provocó que un rojizo especial apareciese alrededor del cielo”.[17]

Ahora mencionamos en forma sucinta las narraciones shías a este respecto:

Del gran Profeta (s.a.w.) se ha narrado que los ángeles pasan sobre los que lloran en las reuniones de luto, se presentan sobre sus cabezas y lloran por los lloridos de ellos.[18] En esta narración se ha indicado tanto el llorar como la presencia de los ángeles.

Una narración del Imam Kadzim (a.s.) dice: “Si un creyente muere, los ángeles y todos los lugares de la tierra donde él adoró a Dios lloran por él”.[19]

Si reflexionamos un poco en las narraciones mencionadas entendemos dos puntos:

1. En estas narraciones lo mencionado es el llorar de las criaturas, de la tierra, de los cielos, de las paredes y de los ángeles.

2. En las narraciones citadas se mencionan el llorar y la buena nueva de los ángeles, o el descenso de ellos por personas especiales, tales como los belicosos que realizan la lucha santa, los que se encuentran lejos de su patria, los creyentes, los compañeros cercanos, los mártires y otros.

Por todo lo mencionado hasta aquí a pesar del llorar de la tierra y los cielos, de las puertas, de las paredes, de los ángeles y de otros, parece ser que el mismo llorar de los ángeles en algunos casos es innegable. Así también con la existencia del llorar de los ángeles o de su alegría respecto a las personas que mencionamos, entendemos que el asunto del llorar y de guardar luto por parte de los ángeles por el Imam Husaîn (a.s.) que posee todas las especialidades mencionadas y además con la existencia de las narraciones del llorar de los cielos por él en las fuentes de la Escuela Suní, no parece ser algo asombroso.

El Imam Husaîn (a.s.), hijo (nieto) del Profeta (s.a.w.), es uno de la Gente del Manto y uno de la Gente de la Casa del Profeta (s.a.w.), uno por quienes la aleya de la Purificación fue revelada para ellos.[20] Y según la explicación del gran Profeta (s.a.w.), Hasan y Husaîn (a.s.) son los Señores de entre los Jóvenes del Paraíso.[21] Estas especialidades no pueden encontrarse en absoluto en ninguno de los Compañeros Cercanos del Profeta (s.a.w.) a menos que en la Gente de la Casa, además de que el Imam Husaîn (a.s.) ciertamente puede también ser considerado de los Compañeros Cercanos.

La lucha santa realizada por el Imam (a.s.) en contra de las desviaciones del gobierno de Yazîd, negarse a pactar con él y, finalmente, alcanzar el martirio para cumplir con las obligaciones de aconsejar los buenos actos y de reprobar lo prohibido, estando en el exilio es otra de las especialidades de esta personalidad histórica. Inclusive su adoración a Dios en los últimos momentos de su vida es muestra de su fe y elevada piedad.

Ahora con todo esto no queda lugar de asombro si los ángeles por orden de Dios vienen a visitar la tumba de Husaîn el Mártir (a.s.) al igual que se presentaron en el funeral de Sa’d Ibn Mu’âdh. O que lloren por él, al igual que lloran por los demás creyentes y para los muertos que se encuentran lejos de su patria y para los bélicos de la lucha santa que fueron martirizados.

En nuestros libros de narraciones además de esto existen las narraciones de Ahl Bayt (a.s.) a este respecto así como la explicación del llorar de los ángeles para él y la visita de su tumba e, que acrecienta nuestra creencia a este respecto, pero aquí no lo mencionamos para evitar que nuestra explicación se prolongue cediéndolo para otra ocasión.

Índices relacionados:

Ayuda de los genios y los ángeles al Imam Husaîn (a.s.) el día de ‘Âshûrâ, preg.no.6983 (pag.web 7503).

El significado de la eternidad del Imam ‘Alî (a.s.), preg.no.4410 (pag.web 5158).

La prioridad existencial de la luz del Profeta (s.a.w.) en relación a la de Adán (a.s.), preg.no.4378 (pag.web 4814).