Please Wait
6167
- compartir
Algunos suponen que el Islam se opone a los poetas y a la poesía mientras que esto no es más que una sospecha.
Sin duda el entusiasmo por la poesía y el arte de la versificación; al igual que todos los valores existentes del ser humano son valiosos en caso que sean utilizados en un sendero correcto y se beneficien de estos en forma positiva y provechosa. Pero en caso de que se utilicen con el propósito de un medio destructor para expulsar los fundamentos de una creencia y moral de la sociedad, y para estimular la corrupción y el libertinaje, o llevar a las personas hacia inutilidades, futilidades e imaginaciones, o sólo lo considere un entretenimiento inútil, carecerá de valor e incluso es dañino.
Entonces el poema es un medio, y el criterio para valorarlo es el propósito para el cual se utiliza el poema.
Por desgracia durante la historia de la literatura de las tribus y naciones del mundo, se abusó grandemente de la poesía, y este delicado entusiasmo Divino en los ambientes corruptos fue utilizado con tal infamia que en ocasiones fue uno de los factores más efectivos para corromper y arruinar. En especial en la era de la ignorancia que fue una era de decadencia mental y moral de la tribu árabe, la “poesía”, el “vino” y el “robo” se encontraron siempre juntos. Pero quien puede negar esta verdad que los poemas formativos y con propósito han originado numerosas epopeyas durante la historia, movilizando en ocasiones a una tribu o nación ante sus crueles y opresores enemigos en tal forma que sin temor de nada atacaron las filas del enemigo rompiendo los corazones de éste.
De los Inmaculados Imames (a.s.) hemos heredado también innumerables descripciones respecto a los poemas y a los poetas con un propósito positivo, así como los ruegos que estos honorables hicieron por ellos y los valiosos premios que les dieron, que si quisiésemos mencionar todos estos nuestra plática se haría muy extensa.
El Imam Sâdiq (a.s.) dijo. “Hasta hoy nadie ha recitado respecto a nosotros poema alguno sin antes haber sido éste confirmado por el Espíritu Santo”.
Algunos suponen que el Islam se opone a los poetas y a la poesía. Esta suposición se originó de la honorable aleya: –"وَ الشُّعَراءُ يَتَّبِعُهُمُ الْغاوُون"– “En cuanto a los poetas, sólo los extraviados les siguen”.[1] Mientras que una suposición así no es más que una sospecha, ya que la aleya no reprocha todos los diferentes poemas, sino que se refiere a un tipo de poesía. Por ello vemos que nuestros sabios religiosos han sostenido numerosos debates respecto a los poemas. Como ejemplo en la obra de Exegesis Nemunah dice:
El poema y los poetas en el Islam
Sin duda el entusiasmo por la poesía y el arte de la versificación; al igual que todos los valores existentes del ser humano son valiosos en caso que sean utilizados en un sendero correcto y se beneficien de estos en forma positiva y provechosa. Pero en caso de que se utilicen con el propósito de un medio destructor para expulsar los fundamentos de una creencia y moral de la sociedad, y para estimular la corrupción y el libertinaje, o llevar a las personas hacia inutilidades, futilidades e imaginaciones, o sólo lo considere un entretenimiento inútil, carecerá de valor e incluso es dañino.
Y con esta frase se evidencia la respuesta a esta pregunta que finalmente de las aleyas mencionadas entendemos que ¿ser poeta es bueno o malo, feo o bello, y está el Islam de acuerdo o en contra de la poesía?
La respuesta a esto es que la evaluación del Islam en este campo es respecto a los “propósitos”, “orientaciones” y “conclusiones”. Según lo dicho por el Imam ‘Alî (a.s.) cuando un grupo de sus seguidores una noche de las noches del mes Sagrado de Ramadan en el momento de ayunar hablaron de los poemas y los poetas, el Imam (a.s.) les dijo:
" اعلموا ان ملاك امركم الدين، و عصمتكم التقوى، و زينتكم الادب، و حصون اعراضكم الحلم"
“Saber que el criterio de vuestros actos es la religión, y aquello que os protege es la abstinencia, vuestro adorno es la educación y cortesía, vuestras poderosas fortalezas son vuestro honor, docilidad y tolerancia”.[2]
Indica que el poema es un medio, y el criterio para valorarlo es el propósito para el cual se utiliza el poema.
Por desgracia durante la historia de la literatura de las tribus y naciones del mundo, se abusó grandemente de la poesía, y este delicado entusiasmo Divino en los ambientes corruptos fue utilizado con tal infamia que en ocasiones fue uno de los factores más efectivos para corromper y arruinar. En especial en la era de la ignorancia que fue una era de decadencia mental y moral de la tribu árabe, la “poesía”, el “vino” y el “robo” se encontraron siempre juntos. Pero quien puede negar esta verdad que los poemas formativos y con propósito han originado numerosas epopeyas durante la historia, movilizando en ocasiones a una tribu o nación ante sus crueles y opresores enemigos en tal forma que sin temor de nada atacaron las filas del enemigo rompiendo los corazones de éste.
En la época en que fuimos testigos de lo fructífero que fue la Revolución Islámica, con nuestros propios ojos observamos que los poemas armoniosos y los lemas que eran dichos en forma de poemas, que emoción y movimiento provocaban, cómo hacían hervir la sangre en las venas y hacían exaltar a las filas de los seres humanos, y cómo estos cortos y sencillos versos pero épicos y emocionantes hacían temblar los cuerpos de los enemigos provocando inestabilidad en los pilares de sus fortalezas.
Y también quién puede negar que en ocasiones un poema moral influya en tal forma en lo profundo del alma del ser humano que un libro grueso y lleno de significado no realiza lo que éste realiza.
En efecto, tal y como se dijo en el famoso hadîz del Profeta del Islam (s.a.w.):
” ان من الشعر لحكمة، و ان من البيان لسحرا"
“¡Algunos de los poemas son sabiduría, y parte de las palabras son hechizo!”.[3] En ocasiones los poemas provocan tumultos. En otras armoniosas las palabras poéticas, se asemejan al filo de una espada y a la penetración de una flecha en el corazón del enemigo, al igual que leemos en un hadîz del Profeta del Islam (s.a.w.) respecto a este tipo de poemas que dijo: "و الذى نفس محمد بيده فكانما تنضهونهم بالنيل!" –“¡Juro por aquel que la vida de Muhammad se encuentra en el poder de Sus manos, a través de estos poemas parece como si aventaseis tiros hacia ellos!” [4]
Estas palabras las pronunció ahí donde el enemigo con sus poemas satirizados se esforzaba para debilitar el ánimo de los musulmanes. El Profeta (s.a.w.) ordenó que en reproche a ellos y para fortalecer el ánimo de los musulmanes recitaran poemas.
Y a uno de los poetas defensores del Islam ordenó: “اهجهم فان جبرئيل معك!” –“¡Satirízalos que Gabriel está contigo!”[5]
En especial cuando “Ka’ab Ibn Mâlik” poeta creyente que declamaba para fortalecer al Islam preguntó al Profeta (s.a.w.): “¡Oh, Mensajero de Dios! Descendió esta aleya reprochando la poesía, ¿qué hago?”. Dijo:
"ان المؤمن يجاهد بنفسه و سيفه و لسانه" –“El creyente lucha en el sendero de Dios con su vida, espada y lengua”.[6]
De los Inmaculados Imames (a.s.) hemos heredado también innumerables descripciones respecto a los poemas y a los poetas con un propósito positivo, así como los ruegos que estos honorables hicieron por ellos y los valiosos premios que les dieron, que si quisiésemos mencionar todos estos nuestra plática se haría muy extensa.
Pero desgraciadamente durante el largo de la historia un grupo contaminó este gran arte y delicado entusiasmo angelical, que es de los símbolos más bellos de la creación, haciéndolo caer del cielo más elevado al lugar más ínfimo material. Dijeron tantas mentiras que se creó el conocido proverbio árabe:
"احسنه اكذبه" –“El mejor poema es el que tiene más mentiras”.
En ocasiones lo recitaron para opresores y arrogantes, y por una insignificante gratificación adularon y halagaron, y a través de su pensamiento hicieron descender hasta a sus pies el trono del Cielo “para poder besar el estribo de Qizil Al-Salâm!” Y en otras avanzaron a tal grado en la descripción del placer, el vino, el deshonor y la infamia que el cálamo se avergonzó al escribirlo.
En otras atizaron las llamas de las guerras con sus poemas, y enfrentaron a la gente para robar y matar, tiñendo la tierra con sangres de inocentes.
Pero ante estos, habían poetas creyentes y muy esforzados que no soportaban la opresión de nadie, y usaban esta iniciativa angelical en el sendero para engrandecer a los seres humanos, a la pureza y la abstinencia, y para enfrentar a los ladrones, saqueadores y tiranos, llegando a la cumbre de la gloria.
En otras ocasiones para defender la verdad recitaron poemas que con cada estrofa compraron para sí mismos una casa en el Paraíso.[7] Mientras en otras durante épocas sofocantes que los gobernadores opresores tales como los “Omeyas” y los “Abasidas” los asfixiaban, al recitar una oda tal y como las odas de “Madârise Âîât” pulieron los corazones y corrieron las cortinas de las mentiras y los engaños, parecía como si el Espíritu Santo hubiese colocado estos poemas en sus labios.
En otras para crear movimiento en las masas oprimidas que se sentían despreciadas recitaban poemas creando emoción, heroísmo y excitación.
El Corán respecto a ellos dice:
" إِلَّا الَّذِينَ آمَنُوا وَ عَمِلُوا الصَّالِحاتِ وَ ذَكَرُوا اللَّهَ كَثِيراً وَ انْتَصَرُوا مِنْ بَعْدِ ما ظُلِمُوا"
“Excepto aquellos que son creyentes y hacen buenas obras y recuerdan mucho a Dios y se toman la revancha después de haber sido oprimidos”.[8]
Lo interesante es que este grupo de poetas en ocasiones dejaron obras eternas de sí mismos que los grandes líderes del Islam, según algunas narraciones; recomendaban a la gente la memorización de estos poemas. Tal y como se dijo respecto a los poemas de ‘Abdî. Del Imam Sâdiq (a.s.) se transmitió que dijo:
"يا معشر الشيعة علموا اولادكم شعر العبدى، فانه على دين اللَّه".
“Enseñad a vuestros hijos los poemas de ‘Abdî que él es creyente”.[9]
Finalizamos este debate con uno de los famosos poemas de ‘Abdî que recitó respecto al califato y a la sucesión del Profeta del Islam (s.a.w.):
و قالوا رسول اللَّه ما اختار بعده اماما و لكنا لأنفسنا اخترنا!
اقمنا اماما ان اقام على الهدى اطعنا، و ان ضل الهداية قومنا!
فقلنا اذا انتم امام امامكم بحمد من الرحمن تهتم و لا تهمنا
و لكننا اخترنا الذى اختار ربنا لنا يوم خم ما اعتدينا و لا حلنا!
و نحن على نور من اللَّه واضح فيا رب زدنا منك نورا و ثبتنا!
“Ellos dijeron, el Mensajero de Dios (s.a.w.) no eligió nadie como Imam para después de él / pero nosotros mismos lo elegimos.
Nosotros elegimos un Imam que si se encuentra en el sendero de la guía lo obedecemos, / y se dirige por la perdición lo encaminaremos (o quitaremos)
Nosotros les dijimos, en este caso vosotros sois vuestro Imam, / vosotros os encontráis extraviados y nosotros no lo estamos.
Pero nosotros elegimos eso mismo que nuestro Creador eligió para nosotros el día de Gadir Jum, / y no nos desviaremos lo más mínimo ni extraviaremos.
Nosotros nos encontramos bajo la luz luminosa Divina, / ¡Dios mío incrementa nuestra luminosidad y mantennos firmes!”.[10]–[11]
Así también el mártir Muhammad Sadiq Sadr (Quds) mencionó un debate detallado respecto al poema y la versificación desde el punto de vista de la jurisprudencia. Para obtener más información puede recurrir a éste.[12]
Amîn Al-Islam Sheij Tabarsî en la obra “Al-Adâb Al-Dînîîati lil Jizâtani Al-Mu’înîîah” después de mencionar una narración del Imam Ridâ (a.s.) dijo: “En conclusión, de todos los asuntos mencionados se deduce que recitar poemas es repugnante en tiempos y lugares sagrados y honorables”.[13] Y las narraciones enérgicas que existen a este respecto se consideran taqiyyah (disimulación).
Para terminar mencionamos un hadîz del Imam Sâdiq (a.s.) que este honorable dijo: ““Hasta hoy nadie ha recitado respecto a nosotros poema alguno sin antes haber sido éste confirmado por el Espíritu Santo”.[14]
[1]– Aš-Šu‘arā’ [26:224].
[2]– Ibn Abî Al-Hadîd, Sharh Nahÿul Balâgah, t.20, p.461.
[3]– Ese hadîz fue registrado por un gran grupo de sabios religiosos islámicos tanto shías como sunitas en sus obras. Recurra a la obra Al-Gadîr, t.2, p.9.
[4]– Musnad Ahmad, t.3, p.460.
[5]– Ídem, t.4, p.299.
[6]– Exegesis Qurtabî, t.7, p.4869.
[7]– Se ha transmitido del Imam Sâdiq (a.s.) que dijo: "من قال فينا بيت شعر بنى اللَّه له بيتا فى الجنة" –“Aquel que recite una estrofa respecto a nosotros Dios construye para él una casa en el Paraíso”. Al-Gadîr, t.2, p.3.
[8]– Aš-Šu‘arā’ [26:227].
[9]– Nûr Al-Zaqalaîn, t.4, p.71.
[10]– Qumî Abbâs, Al-Kunî wa Al-Alqâb, 2, p.455.
[11]– Makârim Shîrâzî Nâsir, Exegesis Nemunah, t.15, pp.382-386.
[12]– Recurrir a: Mâwarâ’ Al-Fiqh, t.10, p.93.
[13]– Bahrânî Yusuf Ibn Ahmad Ibn Ibrâhîm, Al-Hadâ’iq Al-Nâsirah fi Ahkâm Al-‘Itrat Al-Tâhirah, t.13, p.164.
[14]– Sheij Sadûq, ‘Uîûn Al Ajbâr Al-Ridâ (a.s.), t.1, p.7.